DE OCHO EN OCHO

El 8 de mayo murió en Santa Clara Juan Wilfredo Soto García victima de una golpiza recibida el día 5. Me había dejado a mí con el batón de la noticia y con mis principios cristianos inculcados desde niño puestos a prueba. Me llegaba la hora de escoger entre actuar como el sacerdote y el levita de la parábola bíblica, con desidia y evasión ante la violencia; o como el repudiado samaritano quien tuvo sin embargo la sensatez de actuar como Dios manda.

Escandalizado por el tratamiento oficial dado al caso el 8 de junio me presenté junto al pastor Ricardo Santiago Medina ante la Fiscalía General de la República reclamando una investigación. Al mes siguiente, el 8 de julio una lista de firmas fue entregada en la misma sede respaldando nuestra solicitud. Tengo entendido que estas listas siguen creciendo para realizar nuevas entregas.

Aunque la respuesta de esta entidad tiene fecha del 19 de julio sobre un borrón realizado con corrector blanco y fecha de salida 1 de agosto con número 4246, un cuño en el sobre certificado estampa la fecha 8 de agosto como ocasión de su entrega en mis manos. Se me comunicaba que en lo adelante la Fiscalía Provincial de Villa Clara se entendería con este asunto.

Como las correderas burocráticas no me atraen para nada, mucho menos si huelo peloteo estéril, y como tampoco se me indicaba alguna fecha para asistir a la entidad provincial ni se me avisaba algún límite para reclamar decidí esperar la llegada de septiembre ya que conozco de sobra el inmovilismo de agosto por sus casi generalizadas vacaciones de verano. Pero debo reconocer que la Fiscalía Provincial se me adelantó, y esta vez con la noticia de un nuevo ocho.

Un fiscal se tomó el trabajo de viajar directamente hasta mi domicilio y con trato muy amable dejó en manos de mi esposa, ya que yo no me encontraba, una citación para las 9 am del 8 de septiembre. 8 de mayo, 8 de junio, 8 de julio, 8 de agosto y ahora el 8 de septiembre. Veremos que me trae este nuevo ocho y esperemos que no sea otra demostración de que la justicia humana está hecha un ocho.

Una convicción me estimula en mis principios, independientemente del resultado que arroje mi encuentro este 8 de septiembre con la representación de la Fiscalía Provincial de Villa Clara, que evidentemente vendrá en cumplimiento de orientaciones de estructuras centrales del Estado, mi confianza está puesta en Dios, y para este Dios, tal y como afirma en el Salmo 97.2, justicia y juicio son el cimiento de su trono.

Pbro. Mario Félix Lleonart Barroso