Cinco años posteando y apostando

Foto que me fuera tomada y obsequiada con motivo del quinto aniversario de mi blog por la artista y fotógrafo profesional Gracia Bennish, presidente de la Ong Unidos por los Derechos Humanos. Detrás de mí el músico David de omni en uno de sus intensos abrazos a otro amigo.

Foto que me fuera tomada y obsequiada con motivo del quinto aniversario de mi blog por la artista y fotógrafo profesional Gracia Bennish, presidente de la Ong Unidos por los Derechos Humanos. Detrás de mí el músico David de Omni en uno de sus intensos abrazos a otro amigo.

pues toda esa miseria transitoria
hace afirmar el paso a los Atlantes
cargados con el orbe de su gloria.

(Tant mieux…Rubén Darío)

Este mes de octubre mi blog Cubano Confesante está cumpliendo cinco años.

Agradezco a Dios por permitirme postear durante un lustro ya, denunciando males por un lado, pero anunciando esperanzas por el otro. Con más de doscientos cincuenta post, unos cincuenta por año, a razón de cuatro mensuales, me las he ingeniado de diversas maneras para intentar narrar mi experiencia particular en medio de una Cuba que no cesa de sufrir.

En el año fecundo de la muerte de Orlando Zapata Tamayo no tuve más opción que abrir esta tribuna a través de la cual desde entonces intento exorcizar tantos demonios. Fue el 14 de octubre de 2010 cuando decidí no posponerlo más y comencé a expresarme también de esta manera: http://bit.ly/1Qyc9or. Retado por los pioneros de la blogosfera independiente cubana y en especial por los fascinantes «Generación Y», de Yoani Sánchez, y «Desde Cuba», de Reinaldo Escobar; no pude contenerme más cuando el diario oficialista Juventud Rebelde irónicamente publicaba el viernes 1 de octubre de 2010 la convocatoria del Consejo de Iglesias de Cuba HEREDEROS DE LA PAZ DE CRISTO, en el cual se llamaba a toda persona amante de la paz, a crear redes alternativas a los grandes medios, o unirnos a las existentes –correo electrónico, blogs, Facebook, Tweeter-, para la difusión de los daños que las guerras pueden infligir a la humanidad, al clima y a la vida del planeta en general.

A través de mis textos en Cubano Confesante he llorado asesinatos como el de Juan Wilfredo Soto García, en cuyo escenario me tocó estar bien cerca, y el de Laura Pollán, recordado por estos días, ambos ocurridos en 2011; y los de Harold Cepero y Oswaldo Payá en 2012. Desde el 2 de febrero de 2013 he acompañado con mis escritos el nacimiento y el peregrinar del Instituto Patmos del cual he sido coordinador por casi tres años de bregar. Desde ese año enarbolo también desde esta plataforma treinta preguntas que cuestionan las supuestas libertades religiosas en Cuba; y he celebrado la victoria del hashtag de nuestra campaña  #NoMasCartaBlanca viajando con mi sitio por países como Polonia, Estados Unidos, México, Panamá, Puerto Rico y República Checa en una tarea de diplomacia ciudadana que ha ampliado mi ministerio, ahora con una visión más transnacional.

Continúa inspirándome el ejemplo de las iglesias confesantes que en la Alemania nazi no fueron cómplices de la impiedad de Hitler, y en especial el testimonio de uno de sus mártires, Dietrich Bonhoeffer. Ignoro los vericuetos por los cuales Dios me haga transitar en el futuro pero aspiro a seguirme acompañando mientras pueda con este púlpito que en el corto lapso de un lustro me ha permitido amplificar pensamientos, sentimientos, emociones, sueños, pesadillas, decepciones y aspiraciones más allá del intrascendente punto del tiempo y el espacio que me toca vivir, posteando y apostando por una realidad que nos trascienda a todos.