El propio régimen admite que «el reavivamiento del cristianismo en Cuba es más evidente en el protestantismo,…, es en la década del 90 que los indicadores se disparan más notoriamente… El mayor incremento se advierte en el movimiento pentecostal y en otras iglesias como la Metodista, los Bautistas y la Adventista del Séptimo Día ».
En específico, el pueblo bautista constituye un caso singular. Llegados a Cuba a fines del siglo XIX con el patriota Alberto J. Díaz como precursor tuvieron un origen que no divorció su evangelización, de carácter prioritario, de su preocupación integral por los evangelizados. Y esto constituye un reto para todos los bautistas cubanos.
En la actualidad existen en Cuba cuatro asociaciones bautistas: La Convención Oriental de Cuba, la Convención de Cuba Occidental, la Fraternidad Bautista y los Bautistas Libres. Todas están afiliadas a la Alianza Bautista Mundial. Y esto también es significativo por cuanto los objetivos fundamentales de esta familia mundial que agrupa a más de 200 millones de fieles son: la evangelización, la ayuda a los necesitados, la unidad de sus miembros, y la defensa de los derechos humanos.
Los denominados principios bautistas convierten a estas denominaciones en grupos históricamente radicales por su defensa de la dignidad humana que emana de la Biblia como única regla de fe, práctica y conducta. Entre estos preceptos sobresale el de la libertad de conciencia y la exigencia de que el Estado no puede interferir en los asuntos de una iglesia que tiene como único Rey a Jesucristo. Uno de sus slogans lo constituye la frase de Juan Smith en el siglo XVII: «Solo Cristo es Juez y Rey de la conciencia y de la iglesia.»
El crecimiento numérico que experimentan las cuatro asociaciones bautistas cubanas no deja de representar una preocupación para el régimen cubano dado que por sus sólidos principios, probados a lo largo de la historia, este pueblo radical puede llegar a constituirle un problema debido a su choque frontal con cualquier clase de totalitarismo.
Que los bautistas cubanos crecen numéricamente no constituye un secreto para nadie, tomemos solo el caso de la Convención de Cuba Occidental, que es superada por la Oriental de Cuba que en el presente constituye la de mayor empuje de las cuatro. La Convención Occidental, organizada por 9 iglesias el 6 de febrero de 1905 agrupa hoy a 323 y en este 2011 trabaja en 119 misiones con posibilidades de ser nuevas iglesias con autoimagen, autofinanciamiento, autorreproducción y autoliderazgo. Solamente el año pasado 2010 esta asociación tuvo 2074 bautismos para un total de 20313 miembros bautizados, más una comunidad bautista de más de 67 000 personas entre las cuales hubo más de 12 000 nuevas profesiones de fe, y 35 nuevas iglesias organizadas, trabajando solo en la parte occidental del país.
Como puede apreciarse, si este crecimiento no es exclusivamente numérico y también incluye la calidad, integralidad e identidad denominacional, el lema de ¡Cuba para Cristo! de estas asociaciones puede traer por influencia y sumatoria la libertad tan anhelada para Cuba. Solo basta preguntarse: ¿serán capaces de asumir el reto de ser bautistas en la Cuba de los Castro? Ojalá lo hagan, para gloria de Dios y bendición de Cuba.
Mario Félix Lleonart