Este 15 de septiembre se celebra en Washington DC una exigua reunión, residuo de lo que debió ser la IX Reunión Ministerial (CoD9) -en la práctica abortada- de la Comunidad de Democracias (CD). Aunque en un inicio, en junio de 2000, esta Conferencia estaba concebida solo para gobiernos, organizaciones no gubernamentales como Freedom House y Poland´s Stefan Batory Foundation organizaron el Foro Mundial en Democracia que se celebró simultáneamente en Varsovia durante aquella primera reunión y que permitió la participación de activistas que luchaban por la libertad en países que no podían asistir a la conferencia oficial. Esta presencia no gubernamental en la CD continúo fortaleciéndose a lo largo de los años y se incrementó notablemente en posteriores reuniones.
En octubre de 2014 junto a otros representantes de organizaciones de la sociedad civil cubana viajé a Polonia y participé allí de la conferencia Varsovia: Diálogo y Democracia. En tal ocasión la Embajadora Maria Leissner, Secretaria General de la CD que ahora cesa sus funciones y es sustituida por el Sr. Thomas E. Garrett, se reunió con nosotros y conversamos animadamente acerca del importante valor de la democracia y de su lamentable ausencia para Cuba. Los demócratas cubanos tampoco olvidaremos el gesto que la Sra. Leissner tuvo en julio de 2015 cuando se trasladó al aeropuerto de San Salvador e intercedió personalmente por once representantes de la sociedad civil cubana a quienes se intentaba impedir la entrada a ese país para participar de la Octava Reunión Ministerial de la CD.
En mayo de 2017 en la Embajada de República Checa en Washington DC tuve la oportunidad de conocer a Madeleine Albright, en ocasión de un homenaje que allí se le realizó por su cumpleaños 80. Fue ella precisamente la artífice de la CD. Más allá de todos sus éxitos por su histórica labor como primera mujer Secretaria de Estado de los EE.UU, Madeleine dejó un legado para el mundo entero de lo cual es expresión precisamente la CD.
La CoD9 será la de menos brillo en la historia de diecisiete años de la CD. Resulta frustrante que precisamente la ocasión en la que el país considerado como paladín de las democracias sería el anfitrión de una de sus reuniones bianuales tenga lugar el peor de esos encuentros y adicionalmente resulta una señal muy negativa para el mundo. Con desazón ONGs que durante años han acompañado a la CD por el planeta, como The Open Society Foundations, Freedom House e International Center for Not-for-Profit Law se han disculpado con representantes de sociedades civiles en el mundo anunciando que debido al retraso en la aprobación formal, que ocurrió apenas unos días antes de la cita, el evento se redujo significativamente por lo cual apenas fue invitado un reducido número de activistas. Puedo intentar imaginar cómo se sentirán María Leissner o Madeleine Albright que tanto se esforzaron en este empeño.
Agradezco a 14ymedio la posibilidad de expresar mi frustración personal al respecto, que ojalá solo fuera eso y no lo que lamentablemente sugiero: una señal adicional del ocaso de las democracias: