Y mi pobre blog casi no tuvo primavera. Ángel Santiesteban, el clamor del último post que pude publicar todavía en marzo, todavía sigue preso y la injusticia sigue de fiesta. Pensar que alguna gente me considera y acusa en Cuba de privilegiados accesos a internet. Y todo el mes de abril pasó con sus lluvias pero en mi blog no cayó ni una gota.
Pero no llorar. Aquí estoy otra vez. Al menos, para los que a pesar de todo pasan por aquí para ver si reaparezco, acá estoy, sigo vivo todavía, e intentaré sacrame una palabra mientras me quede aliento. Al menos sepan que mientras no escribo no permanezco con los brazos cruzados. Y para testimonio de ello y para gloria de Dios ahí están mis comunidades religiosas y los dos foros del Instituto Patmos celebrados, y para testimonio de esto último les remito a Diario de Cuba que nos dio voz cuando carecíamos de toda. Un abrazo a todos, y como dice mi amigo Antonio Rodiles: ¡y seguimos!