Dado que a pesar de los hechos que lo contradicen el gobierno de La Habana afirma ya no ser el violador de libertades religiosas que antes era (cual si el hecho incuestionable de haber sido violador de libertades religiosas en el pasado no le invalidara moralmente para seguir ejerciendo el poder en el presente), en viaje al extranjero realizado en los últimos meses de 2013 por invitación de Solidaridad Cristiana Mundial (CSW), procedentes de lo profundo de Cuba, adonde regresamos, enarbolamos al menos treinta preguntas dirigidas al régimen de La Habana cuyas respuestas continúan acusándole, sin hablar del resto de los derechos cívicos, sociales y políticos.
La Pregunta 27 está escrita como para la ocasión del IX Congreso Internacional Universidad 2014 que se celebra por estos días en La Habana: ¿Por qué el Ministerio de Educación Superior no reconoce a la mayoría de los seminarios bíblicos y teológicos del país, a pesar de estar reconocidos por sus asociaciones, y por qué ni siquiera una de las universidades del país tiene una Facultad de Teología? La pregunta adquiere mayor connotación si se tiene en cuenta que uno de los principales oradores del evento es precisamente un teólogo: el fraile brasileño Frei Betto.
A esta pregunta sin respuesta podríamos sumar nuestra aún vigente denuncia, sin respuestas ni explicaciones de ninguna de las partes implicadas, realizada precisamente en este blog el 9 junio del pasado año bajo el título: «Doctorandos: Publicado mientras se celebra en La Habana ceremonia de apertura al primer curso de Doctorado en Teología en Cuba (Ph D), ofrecido por el Instituto Teológico FIET (Argentina) en colaboración con la FTS de Londrina». En dicho post denuncio como mi esposa Yoaxis Marcheco y yo fuimos excluidos de la matricula de dicho proyecto, pionero en Cuba, tras un fuerte año en curso de nivelación como aspirantes, y cumplimentando el resto de los requisitos, pero objetos de evidente discriminación política por parte de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba que puso nuestra exclusión como condición indispensable para la realización de este loable proyecto que lamentablemente nació trunco por este evidente acto de exclusión. FIET y Londrina llevan a cabo este Doctorado con la colaboración en Cuba de la Iglesia Los Pinos Nuevos, específicamente en su sede en calle Suárez, Habana Vieja.
Por supuesto en relación ya al tema de las universidades en general tendríamos en Cuba una fila enorme de valiosos académicos expulsados injustamente fruto de la intolerancia gubernamental que rige y manipula nuestras universidades en Cuba. Podríamos incluir allí hasta el caso emblemático de nuestro orgullo villareño Samuel Feijóo, expulsado de la Universidad Central de las Villas, pero otros muchos que aún viven y permanecen en la mayor marginación posible, excluidos e ignorados de uno y otro lado por los famosos intercambios académicos. De ellos como ejemplo puntual podríamos citar el caso del profesor e historiador Amador Blanco Hernández, expulsado desde 1982 del mismo plantel anteriormente citado, y que desde entonces ha sido tratado como un apestado social, solo por atreverse a emitir entonces críticas de índole académicas, con suficiente basamento histórico, referentes al entonces ¨incólume¨ Kremlin, a quien solo el Ché Guevara se había permitido (en Argel), esgrimir algunos cuestionamientos, que aún hoy no sabemos hasta donde también le habrán perjudicado. Pero allí continúa olvidado en Caibarién, como tantos otros, el excluido profesor Blanco, siempre pendiente a alguna señal de resarcimiento o solidaridad a su celular: +5358333660 mientras muy ajeno se celebra en La Habana este tan divorciado de tristes realidades en Cuba ¨IX Congreso Internacional Universidad 2014¨.