En la ciudad de Camagüey Patmos realizó dos visitas importantes el lunes 22 de febrero.
La primera, a la sede en Cuba del movimiento apostólico «Naciones para Cristo» representado por Yiorvis Bravo Denis, bajo la cobertura internacional de Omar Gude Pérez. Yiorvis y su familia durante tres años han resistido con heroicidad defendiendo la propiedad que les acoge y de la cual en 2013 intentaron desalojarles, y luego, hasta el presente, coaccionarles a abandonar, utilizando todo tipo de estratagemas, entre ellas, la de impedir a Yiorvis viajar bajo la excusa de una supuesta deuda que contrajo como arrendatario, argumento totalmente falso puesto que Yiorvis no es arrendatario sino dueño. Es un certificado de propiedad lo que posee. Nunca ha firmado un absurdo contrato de arrendamiento de su propia propiedad, valga la redundancia, lo cual sería ridículo. Lo que sucede es que al Partido Comunista le cuesta aceptar que el mover apostólico «Naciones para Cristo» posea una propiedad tan valiosa enclavada en una posición tan estratégica como lo es Avellaneda 278. Y no ceja en sus intentos de extorsión, para su propia condenación.
La segunda visita de Patmos en Camagüey fue a la sede del movimiento apostólico «Fuego y Dinámica» cuyo templo demolieron el pasado 8 de enero como parte de la presente ofensiva gubernamental contra iglesias del movimiento apostólico. Sus líderes Damaris y Bernardo de Quesada nos contaron las incidencias de las flagrantes violaciones a la libertad religiosa de la que fueron objeto, aunque se concentraron mas en hablarnos de sus victorias y sus sueños, lo cual nos llenó de admiración y respeto por ellos.
Ambos movimientos forman parte de una poderosa red que incluye una veintena de estos con alcance nacional y afiliados a la Coalición Internacional Apostólica. Por ordenes y presiones directas de la cúpula del mando político a través de su Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos, el Ministerio de Justicia se niega a incluirles en su Registro de Asociaciones, y adicional a esto se les reprime con saña, como parte de lo cual los primeros viernes de enero y febrero de 2016 han incluido demoliciones de templos y masivas detenciones de los feligreses. Otras iglesias se encuentran igualmente amenazadas y nos encontramos atentos a posibles acciones en los próximos días a pesar de la cercanía de la visita del presidente norteamericano Barack Obama y de la hipocrita declaración en el diario Granma de que ya en Cuba se respetan los Derechos Humanos. Vaya, ¡de que manera!