El destartalado local de la iglesia de las Buenas Nuevas en Palenque.
Es terrible la situación humanitaria en que se encuentran muchas personas en Cuba, especialmente en toda la zona centro norte, desde Nuevitas, Camagüey, hasta Guanabo en Habana del Este. Estas zonas fueron devastadas por el huracán Irma. Luego de semanas muchos se encuentran todavía sin electricidad… podríamos mencionar sitios como Yaguajay, Caibarién, Remedios, Palenque, Taguayabón, Rosalía, Camajuaní, Encrucijada, Sagua, Isabela de Sagua, Sitiecito, …, en fin, muchos lugares que durante décadas han estado afectados por la falta de gestión e inversión gubernamental, prácticamente olvidados por la desidia e ineficiencia administrativa… lugares en los que, como es lógico, a la llegada de una catástrofe natural como lo fue el huracán Irma la devastación es aún mayor de lo que pudiera haber sido, y lo que es peor, que esa desidia e ineficiencia se hacen sentir aún mayor luego de la catástrofe.
Esta realidad, de un sistema, burdo e inoperante, es una realidad tan o más triste y deleznable que la del propio paso del huracán Irma. Los creyentes, sea cual fuere nuestra confesión de fe, como mismo pedimos misericordia a Dios para que se llevase a los huracanes Irma o María bien lejos… con igual o tanta mayor razón deberíamos orar, rezar y obrar con todas nuestras fuerzas para que este huracán de inclemencia política que lleva arrasando ya al país, incluyendo a nuestras libertades religiosas, durante seis largas décadas, desaparezca por completo.
La crueldad del sistema llega a tal punto de que mucha o la mayor parte de la devastación realmente ya estaba cuando llegó Irma, pero ahora todo se pone a cuenta de este fenómeno natural, como si el principal perjuicio no lo hubiese ocasionado el corrupto y engañoso sistema político que lleva décadas devastando nuestra amada isla del Caribe. Cada pueblito podría mencionar sus propios detalles, en Camajuaní por ejemplo, todos saben que lo que en otra época fuera el hotel Cosmopolita -de cuando Camajuaní reía- no lo ha medio derrumbado Irma, es más si Irma hubiese derribado sus ruinas habría hecho un gran favor, pues estamos ante un edificio en peligro de derrumbe que cualquier día o noche, a cualquier hora cae, y lo mínimo que debían haber hecho las desautoridades, si funcionasen aunque fuese un mínimo, sería demolerlo… así mismo podríamos mencionar edificios y almacenes de lo que en otra época fuera el próspero puerto de Caibarién, y de lo que ahora solo quedan ruinas, y donde incluso antes de que llegara Irma en días de plena normalidad climatológica ya ocurrieron derrumbes, podríamos mencionar casos específicos en la que también fuera antaño la palpitante ciudad de Sagua la Grande, ahora cada vez más una desolación de ruinas que se desploman en cualquier momento…
Es en medio de esta terrible realidad donde Dios nos ofrece la enorme oportunidad de hacerle presente a él en medio de la calamidad. Me conmovía este pequeño testimonio que cuenta elcolega pastor de una iglesia:
Estamos durmiendo en el piso de la oficina. Es nuestro puesto de mando. Estamos recorriendo el pueblo, vecinos y miembros para ayudar en lo que podemos. Estamos llevando una jaba con comida, repartiendo algunas medicinas, y orando con las personas, seguimos cocinando para un grupo de personas. Las planchas de cinc caídas de la iglesia las estamos regalando a personas necesitadas. Ahora mismo estamos recargando celulares hasta las 11pm. Nuestra iglesia marca la diferencia en este momento, las crisis sacan lo bueno o malo de las personas, gracias por los que oran y ayudan. Todo para la Gloria de Dios.
El pastor Rodolfo Gil, de la iglesia de las Buenas Nuevas en Palenque. tanto la iglesia como el templo fueron destruidos por el paso de Irma. Pueden contactarlo a: Con el pastor Rodolfo: +5353347847 o su esposa Mary: +5354583110. E-mail: rodogil@nauta.cu
Sabemos de otros casos en que el propio pastor o iglesia se encuentran en tal estado de devastación que solo les queda compartir ánimo y esperanza a la comunidad, porque ellos también se han quedado sin nada. Estamos recibiendo también reportes de algunos de estos casos, y pasamos pasando la voz para ver de qué maneras y formas puede ayudárseles a ellos y a su comunidad. Pero respecto a la manera de ayudar debemos decir que sumado a la desidia e ineficiencia gubernamental se une también como parte de la represión que incluye el control total de todo siempre, pero especialmente cuando se trata de recursos de por medio, que el régimen pone condiciona a cualquier interesado en ayudar internacionalmente respecto a que cualquier ayuda debe realizarse a través de él, de él, el mismo irresponsable, el mismo ineficiente y lo que es peor, de él, el Estado corrupto a quien el pueblo conoce muy bien ya que en el pasado luego de otras catástrofes naturales se conoce como las ayudas recibidas fueron luego revendidas al pueblo, o redirigidas al área que más les interesa a ellos, el área del turismo por ejemplo, área en la que Raúl Castro está exigiendo restauración total para el próximo mes de noviembre, mientras poblaciones como las mencionadas no han visto el rostro ni siquiera de funcionarios municipales…
Aunque el propio Estado de Florida en USA, donde vive la mayoría de nuestros hermanos en el exilio, también fue afectado, miles de cubanos allí estarían dispuestos, si se diese el permiso necesario para desembarcar en barcos o en aviones y llevar ayuda de todo tipo y entregarla directamente de pueblo a pueblo en la isla. Pero ello dependería sobre todo de la presión que sea capaz de ejercer el sufrido pueblo dentro de la isla.
Respecto al destructivo terremoto de México, un cataclismo gigantesco si comparamos con lo que fue el paso de Irma por Cuba, valdría la pena tomar lecciones de un pueblo que no espera por su gobierno y que se moviliza para ayudar; al punto de que las noticias de ayuda o de rescatistas llegan desde países tan lejanos como Japón… Es el momento de hacer presente a Dios también en Cuba tanto por la solidaridad de iglesias como las del testimonio del pastor al que referimos, como por la presión que se pueda ejercer para que el huracán político estacionario de seis décadas abandone por fin a nuestra devastada isla y llegue por fin el anhelado momento de reconstruirla.