Sumados a los grupos y personalidades tradicionales de la oposición fue muy emocionante para mí interactuar en los funerales con las nuevas tendencias en la oposición que somos los blogueros y twitteros independientes, que sin afiliación partidista y sin directores ni directrices nos reencontramos espontáneamente rindiendo los honores a Payá.
No podré olvidar el gesto que la propia Yoani Sánchez tuvo hacía mí en aquella extraña noche al buscarme en la Parroquia, como hizo con otros muchos peregrinos, indicándome que en el parque aledaño tenía un activo grupo de colaboradores que me ofrecerían agua, café y un pullover con una excelente foto de Payá en la cual también puede apreciarse la bandera cubana junto a una imagen de Varela, el cual conservo como una reliquia y que todavía espero usar en momentos relevantes que vendrán. A partir de ese momento formé parte de un nutrido grupo de participantes que portaban aquella prenda que se convirtió en uno de los homenajes más elocuentes que se le tributaron durante aquellas históricas horas a quien fuera el Coordinador del Movimiento Cristiano de Liberación.
A nuestro ejército de tecnólogos con vocación de humanidad le correspondió narrar twitt a twitt cada escena de esta despedida histórica que a través de nosotros Cuba le tributaba a uno de sus mejores hijos. Y no solo se trataba de quienes estábamos presentes, los privilegiados que pudimos llegar. Innumerables colegas alrededor del mundo nos llamaban constantemente y ayudaron con recargas a nuestros móviles sin las cuales no habríamos podido enviar tantos twitts al ciberespacio. Algunos de nosotros hasta abrimos nuestros celulares para que amigos en la distancia pudiesen escuchar en vivo momentos tan importantes como los de la misa oficiada por el cardenal en la mañana antes del entierro, y hasta emisoras radiales se valieron de nuestro aporte para transmitir en vivo, sin importar la calidad o las interferencias ya que la información era mucho más valiosa que cualquiera que fuese la eficacia de los transmisores o los canales. Seguido a la instantaneidad característica del twitteo han sobrevenido los post todavía no agotados de muchos de los que estábamos presentes, o de quienes han seguido en la distancia, cualquiera que fuere, todas las incidencias relativas a este hombre que brilla tanto por su ausencia como brilló con su presencia.