Esta campaña exige como demanda específica la permanencia del pastor Yordi Alberto Toranzo Collado como pastor metodista en la ciudad de Santa Clara, conforme al deseo de la congregación que ha ministrado y de buena parte de la comunidad evangélica de la ciudad con la cual ha sostenido relaciones de auténtico ecumenismo bíblico, espontáneo y desinstitucionalizado. Es también por extensión una campaña en contra de todos los clericalismos religiosos y de todas las inmiscusiones de cualquier Estado en los asuntos de la Iglesia de Jesucristo.
Convoca en primera instancia a todo el valeroso pueblo de creyentes de Santa Clara, sin importar su iglesia o denominación religiosa, y a toda la comunidad santaclareña que aunque no se identifique como cristiana comprenda la justeza de las demandas de este sector y por solidaridad desee apoyar tal iniciativa. Por supuesto, también por extensión convoca a los creyentes del resto de Cuba, entendiendo que más que un problema local nos encontramos ante un problema ético religioso que puede afectar a cualquiera de nuestras iglesias y/o pastores. La comunidad cristiana mundial también está invitada a apoyar a sus hermanos en Cuba por cuanto por encima de cualquier frontera política se encuentra nuestro común compromiso con el Reino que nos une.
Puede ser que a los intereses del régimen cubano y a los intereses de la jerarquía religiosa de la Iglesia Metodista de Cuba no le convengan la permanencia del pastor Yordi en Santa Clara. Otra cosa es que no le convenga a Dios, y es en su nombre que elevaremos nuestra demanda. El obispo metodista Ricardo Pereira Díaz y su gabinete han manifestado que ellos necesitan en Santa Clara a un superintendente que se entienda con el régimen. Por supuesto, esto no es más que el resultado exitoso de las presiones que desde hace más de dos años el sistema viene ejerciendo sobre ellos. Pero Dios nunca ha querido ni ha respaldado profetas que se entiendan con los malos gobiernos. Basta ya de opresión por un lado y sometimiento por el otro.
Los creyentes evangélicos hemos sufrido durante décadas el vituperio de encarcelamientos, de los campos de concentración de las UMAP, de la expropiación de bienes (la propia iglesia que pastorea Yordi se encuentra junto al Partido Comunista Municipal de Santa Clara que ocupa propiedades que el Estado cubano le arrebató), de la imposición de representación por parte de instituciones que en realidad ofrecen un manto religioso para la actuación manipuladora del régimen, de la inmiscusión de la oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del PCC, el abuso de poder por parte de las autoridades que utilizan como fichas de cambio y de chantaje los derechos de los creyentes cubanos: solicitud de permisos para actividades de carácter especial, de construcción o reconstrucción, de la compra de bienes muebles o inmuebles, del uso de internet y otros medios de comunicación, de la solicitud de visas religiosas para hermanos en el exterior, o la solicitud del ridículo permiso de salida (carta blanca), etc. Es hora de que exijamos en nombre del Dios que representamos, y en el nuestro propio, lo que por Ley nos correspondería si nos encontrásemos en un auténtico Estado de Derecho.
El eslogan de esta campaña dada su petición específica es: ¡Queremos a Yordi!
Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Corintios 10.4).