La IV Edición Anual del Premio Patmos a Dagoberto Valdés Hernández en el 500 Aniversario de la Reforma Protestante

Dagoberto muestra la placa que lo acredita como Premio Patmos 2017 acompañado de representantes de Convivencia y del Instituto Patmos.

La IV Edición Anual del Premio Patmos que concedemos a nuestro muy apreciado Dagoberto Valdés Hernández coincidiendo con el 500 Aniversario de la Reforma Protestante, es más un premio a Patmos, que lo entrega, que a Dagoberto que lo recibe. Nuestro Instituto con solo casi cinco años de existencia se encuentra apenas en estado embrionario y nuestra corta vida ha estado signada por tribulaciones que encajan muy bien con el nombre con el cual nos identificamos, el de la isla mediterránea donde Juan el apóstol estuvo preso por causa ¨de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo¨ (Apocalipsis 1:9).

Entre las muchas inspiraciones que nos impulsaron, primero a nacer, y luego a continuar adelante en lo poco que hemos conseguido hacer en nuestra corta y atribulada existencia, se encuentra precisamente la de Dagoberto Valdés y de quienes le acompañaron primero en Vitral, y ahora en Convivencia. Nuestra historia y quehacer son nada al lado de la apasionada labor de Dagoberto y de sus valiosos colaboradores de dentro y de fuera de Cuba. Las enseñanzas y el ejemplo generados por el Centro de Estudios Convivencia constituyen hoy para nosotros un desafío para lograr de Cuba lo que juntos soñamos por igual. Dios utiliza a Dagoberto y a Convivencia para ofrecernos esperanza en las tribulaciones como mismo las recibiera Juan en Patmos a través de visiones celestiales.

Placa premio Patmos 2017

Este es el cuarto año consecutivo en que concedemos este reconocimiento. La condición primordial para nuestra selección es que nuestro elegido sea alguien que haya demostrado ser consecuente con su Fe en Cuba. Y Dagoberto Valdés Hernández lo ha demostrado con creces a lo largo de muchos y difíciles años sin claudicar.

Es de notar que con Dagoberto suman ya tres premios concedidos a católicos de los cuatro que hemos otorgado, le anteceden el laico Amador Blanco Hernández, Premio Patmos 2014 y el P. José Conrado, Premio Patmos 2015; solo el Premio Patmos 2016 ha sido el concedido a un protestante, el Dr. Oscar Elías Biscet, de definición bautista. No debe sorprender a nadie nuestra selección de tres católicos entre nuestros premios anuales que se otorgan precisamente en el Día de la Reforma Protestante. Como se sabe, nunca fue la intención de Martin Lutero cuando clavó sus 95 tesis a la puerta de su Iglesia en Wittenberg, Alemania, abandonar a su Iglesia, por el contrario, movido de gran amor por ella se proponía reformarla a la luz de lo que consideraba correcto en la Palabra de Dios y por la cual se sentía desafiado. Mucho menos se había propuesto provocar la escisión que finalmente ocurrió y que tuvo lugar luego de un juicio celebrado a Lutero por su iglesia y en el cual fue excomulgado. Lamentablemente no fue comprendido en su momento por la iglesia que amaba y anhelaba reformar de acuerdo a la Palabra de Dios.

Dagoberto Valdés Hernández ha sido siempre un católico comprometido con su profunda fe cristiana que ama con fervor a su iglesia y anhela y procura que ella actúe como es digno de Cristo en el contexto cubano aunque no siempre sea bien entendido por ello. Él y sus proyectos, primero Vitral y luego Convivencia, constituyen expresiones de la manera en que los hijos de Dios debemos encarnarnos en medio de la sociedad en la que Dios nos coloca para servirle. Nuestro Premio Patmos 2017 se entrega a una luz en la oscuridad como lo fue Martin Lutero en 1517. Y no dudamos que como también ocurrió con el creer y actuar de aquel monje agustino que de una luz que parecía condenada a apagarse, pero que resultó en un movimiento imparable que transformó a toda la cultura occidental; esta luz de Cristo que se irradia para toda Cuba desde Pinar del Río desde hace tantos años, no solo no se apagará, como el Maligno procura, sino que terminará iluminando irresistiblemente a toda Cuba.

A la acción social y cívica que nace de la fe que en Dagoberto se genera por la gracia de Dios puede sumarse su vocación en tender puentes y abrir puertas y ventanas que contribuyan a la convivencia no solo de quienes habitamos bajo el mismo techo de la patria sino también de la iglesia universal. Dagoberto no olvida nunca los genes protestantes que también se encuentran en su ADN cristiano, sigue amando su tiempo en la iglesia metodista, y no fue casual que en la Comisión Nacional de Laicos de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba en 1977 Dagoberto titulara una tesis con el mismo nombre del de una de las obras del famoso teólogo luterano alemán del siglo XX Karl Barth: “Comunidad cristiana y comunidad civil” en la que introdujo el término de sociedad civil y las relaciones entre ella y la comunidad cristiana; principios con los que Dagoberto ha sido totalmente consecuente. Llama la atención que Karl Barth fuera también uno de los autores más citados en la cristología espiritual desarrollada por Josef Razinger, el papa Benedicto XVI, que renunció para retirarse a orar.

Es por estas y muchas razones más que el Instituto Patmos al hacer este humilde homenaje, repleto sin embargo de significados, más que felicitar, agradece a Dagoberto Valdés Hernández por aceptar nuestra distinción y recibirnos, lo cual nos honra profundamente a la vez que nos anima, y esperamos que estimule a otros también, para tampoco claudicar ni dejar espacio al desaliento; sino por el contrario seguir el ejemplo que nuestro premiado, como Juan en Patmos, o Lutero en Wittenberg, nos ofrece a seguir.

¡Aquí está mi libro Cubano Confesante!

Al hermano en Cristo, evangélico escritor norteamericano, que con el seudónimo de Karl Barth recibía en EE.UU. los primeros escritos que con el seudónimo de Dietrich Bonhoeffer le envíaba yo desde la oscuridad de Cuba y que él me publicaba en Cubano Confesante.

Durante los últimos siete años de mi vida me acompaña por el mundo un medio que constituye uno de mis modos inseparables de expresión: mi blog personal «Cubano Confesante». Nació de la combinación de esa necesidad innata que todos traemos a este mundo -imagen y semejanza de Dios como somos, de comunicar ideas y pensamientos- con el contexto propicio que me tocó vivir en Cuba de aquel boom de la blogosfera cubana independiente con tanto de sabor a prohibido y por ende con más atractivo todavía, y con desafíos tan sugestivos como el blog Generación Y, de Yoani Sánchez.

Precisamente en el séptimo año de mi publicación ininterrumpida en «Cubano Confesante» nace un hijo del blog, la primera selección de sus escritos compilados en un libro impreso y editado por el sello editorial de Neo Club Ediciones, ese proyecto que tantas letras ha rescatado de la censura, fruto del talento y el amor por Cuba de esa pareja tan especial que son Idabell Rosales y Armando Añel. Como todo libro que no pierde la ocasión de celebrar su nacimiento «Cubano Confesante» tendrá su lanzamiento oficial en el Miami Hispanic Cultural Arts Center como parte del Festival Vista que auspicia precisamente Neo Club Ediciones. Dios mediante el domingo 16 de julio a las 7pm, y con la presentación de honor que me harán seres entrañables que han sido parte, entre muchos otros, de estos siete años apasionantes de mi vida y de mi blog: María WerlauYoaxis Marcheco Suárez y Lincoln Diaz Balart.

Quienes asistan tendrán la oportunidad de adquirir ejemplares de «Cubano Confesante» que más que permitirles conocer un poco más de mi vida personal espero les propicie indagar desde el punto de vista de mi subjetividad en esa realidad cubana que nos rebaza y trasciende y en la que en definitiva, como en todo, tendrá al fin y al cabo Dios la última palabra, y de los cual sencillamente soy un cubano confesante. Quienes no puedan asistir, sin duda la mayoría de mis amigos, hermanos, y aún enemigos, dispersos por el mundo, tendrán la oportunidad de adquirirlo también gracias a esa enorme librería que es Amazon:

 http://amzn.to/2uWGVCI

Ah, por favor, y no dejen de contarme sus impresiones, tanto positivas como negativas, todas serán bienvenidas y de todas se nutrirá la experiencia de la que resultará mi próximo libro y de la cual de esa forma, de una u otra manera participarán todos, y que espero estar lanzando en una próxima edición del Festival Vista, sin censura, en Cuba.

Continúa Cubano Confesante

Fotos de Karl Barth y de Dietrich Bonhoeffer tomadas de la portada del libro KARL BARTH IN THE THEOLOGY OF DIETRICH BONHOEFFER de Andreas Pangritz

Fotos de Karl Barth y de Dietrich Bonhoeffer tomadas de la portada del libro KARL BARTH IN THE THEOLOGY OF DIETRICH BONHOEFFER de Andreas PangritzKarl BarthK

Seis años después de escribir mi primer post ¨Aquí está Cubano Confesante¨ puedo escribir el post ¨Continúa Cubano Confesante¨. Este octubre wordpress me ha permitido seis años ininterrumpidos de echar mis post del alma, parafraseando un verso de nuestro Martí; o de exorcizar tantos demonios, tomando nuevamente prestadas palabras de mi admirada Yoani Sánchez, una de las inspiradoras de este blog. Agradezco a Dios que me permite  iniciar el año número siete, un número de importante significado en términos bíblicos y apocalípticos. Los pasados seis años fueron demasiado intensos. Este séptimo año en el que ya estoy inmerso son de jubileo, supongo.

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