Aunque en Cuba tuvimos noticias el uno del otro, no tuve la oportunidad de conocer a Raudel García Bringas hasta hace apenas unos días atrás en Miami. Sus tres años de prisión en Cuba tuvieron parte de culpa. Ambos fuimos parte de la misma Convención Bautista en Cuba pero a pesar de nuestra comunión eclesial fueron demasiadas las trabas que se interpusieron, porque son demasiadas las trabas que atentan contra el ejercicio de las relaciones fraternales, eclesiales y hasta familiares en medio de un ambiente que no dudo en catalogar de diabólico. No tiene otra explicación por ejemplo que la Iglesia Católica en Cuba no haya realizado una declaración esta semana denunciando la violación flagrante a las libertades religiosas de las Damas de Blanco, una de las cuales, María Cristina, la única que logró llegar a misa, fuese casi sacada a rastros de la iglesia de Santa Rita. Raudel y yo vivimos eso también a nuestra manera en una misma isla, militando en una misma confesión religiosa, sin conocernos.
En el otoño recibí el valioso regalo de su libro ¨Entre la aceptación y el rechazo: El reto de vivir en Cuba¨. Constituye un testimonio abrumador de horrores que tienen lugar dentro de esa triste isla. Además de sus vicisitudes personales, y las de su familia que vivió circunstancias no menos terribles, Raudel revela en su excelente libro la sórdida complicidad del régimen autoritario cubano con capitalistas inescrupulosos que aún viviendo en el mundo libre pactan con tiranías como esas para obtener riquezas a costa de la estafa al pueblo cubano. Todo indica que de los años de prisión de Raudel se valió tanto el regimen, acostumbrado a ese tipo de violaciones a las libertades de sus ciudadanos, como un capitalista español de origen belga llamado Jorge Minzart Ruiz en complot con niveles muy altos en el status quo, y quien a todas luces ahora ha cambiado su identidad. Pero no es una novela. Es una historia tan lamentable como real, de las tantas que ahora mismo todavía tienen lugar y que algún día también serán reveladas y tenidas en cuenta para la justicia transicional que se aplique. Los cómplices del régimen castro comunista en el mundo deben tener en cuenta que su impunidad, así como la de la familia Castro, no será perpetua; y que sus días se acortan.
Afortunadamente también la historia de Raudel es una historia de esperanza. Él y su familia lograron ponerse a salvo de un sistema de terror que casi los destruye. Tiempos nuevos inician para él y su familia, así como inexorablemente se abrirán para Cuba. Dios es también el protagonista de esta historia, el Dios que siempre sostuvo a Raudel y a los suyos aún en los momentos de mayor oscuridad, el Dios que también ha puesto coto a los crímenes de una dictadura longeva cuyo principal artífice ya se fue; el Dios que todo lo pone en su lugar; pondrá a todo y a todos en su lugar también en Cuba.
Para quienes quieran conocer más a fondo de que se trata esta historia su libro se está disponible en Amazon: http://amzn.to/2hBxhQ5 . Su lectura adquiere aún mayor relevancia en estos días de pactos entre Google y Etecsa; y de ataques del libelos del régimen a la empresa Cuballama, en los que por cierto también se aluden nuevamente al caso de Raudel, una historia aún inconclusa.