Nuevamente el nombre de Ernesto Borges Pérez vuelve a la palestra pública generando nuevas espectativas sobre su liberación.
Han sido más de diesisiete largos años de los treinta por los cuales se le conmutó la pena de muerte de la petición fiscal. La infiltración ilegal de veintiseis espias cubanos en EE.UU., de las hordas que suelen ser envíadas, se vio frustrado por el intento de Ernesto de revelarlo previamente. Pero ha costado diesisiete años irrecuperables de la valiosa vida de Ernesto. Todo indica que es él la ficha por tanto tiempo guardada para intercambiarlo por la espía Ana Belén Montes.
Que Ernesto pueda por fin salir en libertad y el beneficio de su heroica acción, que es un calculo invaluable, pagan cualquier precio. Espero que la respuesta a las oraciones que durante tanto tiempo muchos elevamos llegue por fin. Los padres de Ernesto, Ivonne y Raúl, ancianos y enfermos, podrán vivir aún la mayor felicidad de sus vidas. Su hermano Cesar y Paola, su única hija, exiliada, volverán a reir. Y él, con sus enormes virtudes humanas robustecidas en la prisión podrá ser todavía de enorme provecho para un mundo enormemente necesitado de héroes como él.