BUENAS Y MALAS NOTICIAS DE LA CAPELLANÍA CARCELARIA EVANGÉLICA, POR FIN EN CUBA

Las buenas noticias: este miércoles 19 de diciembre de 2012 fueron celebrados por vez primera servicios evangélicos en las principales prisiones de Villa Clara. Hasta el momento solo los sacerdotes católicos del poblado de Santo Domingo tenían este privilegio desde hacía algún tiempo cada tercer miércoles de mes en la Prisión de Manacas. En otras provincias del país ya este tipo de servicios se ha ido implementado poco a poco, especialmente en provincias como Matanzas, Cienfuegos y Holguín. ¡Ya era hora! En cualquier país normal del mundo la asistencia religiosa es un derecho no solo en las prisiones sino también en planteles de salud o incluso en el ejército. Y aunque en Cuba todavía parece distar la hora en que existan capillas y capellanes a tiempo completo en cada una de estas áreas ya al menos existe una migaja.

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A propósito de cuentas congeladas

en el Día de los DD.HH.

Me sorprendí días atrás cuando el régimen de Cuba salió en defensa del CLAI a quien supuestamente el gobierno norteamericano había congelado cuenta bancaria en Miami que debía utilizarse para Congreso de esta asociación de iglesias a celebrarse en territorio cubano el próximo año. Cual si el moribundo sistema cubano no hubiese sido un probado violador de la libertad religiosa en sus más de 50 años de permanencia en el poder intentó a estas alturas engañar a alguien en el mundo dándoselas de paladín de la libertad religiosa. El raulismo lanzando piedras olvidándose de su maltrecho tejado de vidrios.

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El efecto en mi vida de la muerte de Payá

El sacrificio de la vida Oswaldo José Payá Sardiñas, y de tantos otros mártires que le han precedido en esta modalidad de asesinatos selectivos, lejos de atemorizarme, me estimula a seguir adelante en mi ministerio que no puede excluir la condena a este régimen despótico. Cuando me despedía de mi amigo Juan Wilfredo Soto García, asesinado a golpes en mayo de 2011, ya preguntaba quién sería la próxima victima en uno de los post que entonces escribí, y hemos sepultado tras él a Laura Pollán (octubre, 2011), a Wilman Villar Mendoza (enero, 2012) y ahora a Payá (Julio, 2012).

Soy heredero de una multitud incontable de mártires que prefirieron morir a negarse a predicar o a vivir la fe liberadora de Jesucristo, la misma que motivó la vida y obra del insustituible autor del Proyecto Varela. En este sentido, como seguidor de un Jesús que me dio ejemplo al no rehuir la cruz, y que nos pide seguirle cargando también la nuestra, hago mías, como también las hizo Payá, sus propias palabras de respuesta ante las amenazas de muerte enviadas por Herodes: Vayan y díganle a esa zorra que hoy y mañana estaré expulsando demonios y curando a los enfermos, y que el tercer día ya habré terminado. Aunque, en verdad, hoy y mañana y pasado mañana deberé seguir mi viaje hasta llegar a Jerusalén. Después de todo, allí es donde matan a los profetas (Lucas 13.32-33, TLA).

Pero lo que a lo largo de la historia nunca parecen aprender las tiranías es lo que el mismo Payá ya había advertido a los tiranos: Cuidado con estos muertos que matáis, pueden espolear el ansia de libertad del pueblo.

La muerte de Payá

En cuanto a las causas de la muerte de Payá concedo a su familia todo el beneficio de la duda. Y todos los detalles que se han ido sucediendo día a día tras tan desafortunado suceso no hacen más que reforzar esta concesión. Resaltándome la incomunicación total de los sobrevivientes con la familia, lo cual evidentemente habría resultado lo más natural del mundo si se hubiese tratado de un verdadero accidente.

Por no hablar de todo lo que sucedió antes, durante décadas, en relación a la vida de Oswaldo; porque a quien nadie debía conceder el beneficio de la duda es a quien tantas veces amenazó e intentó liquidar de diversas maneras una vida tan valiosa, como lo ha hecho con tantos otros, incluyendo al pobre Camilo Cienfuegos a quien por extensión este hecho ha vuelto a traer a colación a la boca del ya incrédulo pueblo como uno de los más macabros precedentes. El propio Payá lo había advertido claramente: «Es un combate definitivo entre el poder de la mentira y el terror por una parte y el espíritu de la liberación por la otra.» El régimen hace tiempo sencillamente ya había realizado un simple cálculo de costo-beneficios con su muerte y ahora lo llevaba a la práctica pudiendo valerse para ello de innumerables estratagemas.

El llamado de atención de Payá en los últimos tiempos respecto a quienes denominaba como la nueva oligarquía, esos que apostados en el poder olfatean ya el impostergable cambio y al estilo de algunas de las experiencias de Europa del Este dan los pasos para llevarse las mejores tajadas del pastel, le debe haber añadido los peores y más pragmáticos enemigos del tiempo presente, y que a medida que transcurre el tiempo se harán más peligrosos todavía. Por no hablar de las reservadas venganzas, recordando que esto no es sino una extensión de aquella negra primavera que comenzó en 2003, especialmente teniendo en cuenta la posibilidad de que este pacífico y cristiano enemigo de Fidel Castro pudiese erigirse con el Nobel. Todo esto sin hablar que en cualquier país donde exista un estado de derecho, si realmente hubiese sido un accidente, ya el responsable de la maltrecha carretera sin señalización habría sido el total culpable sin discusión y habría sido justamente demandado. De modo que dando vueltas a todas las variantes posibles el dedo acusador vuelve vez tras vez a dirigirse al mismo sospechoso cual la brújula al norte.

La represión en los funerales de Payá

Lamentablemente no tuve el honor de ser parte de la represión que no estuvo tampoco ausente esta vez. Siempre sospeché que el momento de la salida al cementerio sería el más propicio para que la jauría de buitres se lanzase sobre las innumerables presas. Y fue precisamente esto lo que me salvó esta vez: la enorme cantidad de candidatos a victimas.

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La herencia de Rosa María

Mi primer contacto directo con la familia Payá muy lamentablemente era este. Quedé totalmente insatisfecho cuando tras los confusos segundos ante el féretro les dirigí breves y protocolares palabras de condolencia que ellos recibieron como de un desconocido más de entre la inmensa fila que les tributaba tantos corazones. Fue por ello que no desaproveché otro instante fugaz ya en la madrugada, bien cercano el amanecer del difícil día del entierro, pero que constituyó uno de los momentos más solemnes y esta vez sí alejado de todo protocolo. Rosa María Payá, aquella muchachita de la foto en la playa, ahora sin el papá amoroso, se encontró sola unos instantes en el primer banco de la fila izquierda de la Parroquia, el que siempre ocuparon los familiares más cercanos, todos portando prendas negras en señal del intenso luto que cubría sus almas.

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Blogueros y twitteros en los funerales de Payá

Sumados a los grupos y personalidades tradicionales de la oposición fue muy emocionante para mí interactuar en los funerales con las nuevas tendencias en la oposición que somos los blogueros y twitteros independientes, que sin afiliación partidista y sin directores ni directrices nos reencontramos espontáneamente rindiendo los honores a Payá.

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Los funerales de Payá

Siempre tuve el sueño de llegar a conocer a aquel obrero cuyo discurso recibiendo el Sajarov en Asburgo escuché en vivo vibrante de emoción gracias también a la magia de la radio. Nunca pensé en un futuro cubano post Castro con un Payá físicamente ausente. Menos imaginaba en la mañana de aquel domingo 22 de julio, mientras concluíamos jubilosos en nuestra iglesia una semana de intenso trabajo de lo que denominamos Escuela Bíblica de Verano, que aquella tarde en la que pretendía descansar de la fatiga física llegaría a mi móvil vía sms una inesperada noticia que me sacaría de mi ruta normal como mismo había sido sacado de la vía el auto en el que yo ignoraba se movía hacia el oriente de la isla el entonces ya inerte cuerpo de mi admirado Payá.

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Payá también fue sentenciado en la Primavera Negra

En el 2003 Oswaldo José Payá Sardiñas recibiría la mayor embestida de la tiranía que antecediera a esta otra bien calculada y definitiva del 2012. Aún sin encontrarse en la lista de los encarcelados fue la mayor victima de la llamada Primavera Negra de Cuba. La mayor parte de los afectados en aquella cacería de brujas, al menos unos cincuenta, estaban involucrados en la recolección de firmas del Proyecto opositor liderado por él, el Varela, que fue capaz de golpear a Fidel Castro como no lo había logrado hasta ese momento ningún otro proyecto de oposición, al punto de obligarle a reformar una constitución en la que solo la genialidad de Oswaldo pudo encontrar grietas. El hecho de que le dejaran fuera del bien calculado operativo procuraba para el gran estratega pacífico una afrenta ignominiosa. El claro objetivo era desmoralizarle y generar por añadidura divisiones y murmuraciones que en algunos casos ocurrieron, si bien la mayoría no se dejó engañar y no cayó en la trampa.

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