Como parte de la victoria obtenida el 14 de enero de 2013 cuando el régimen en Cuba se vio obligado a abolir el permiso de salida al exterior que él mismo otorgaba o negaba a sus ciudadanos, conocida popularmente como «carta blanca», en viaje a México DF. pude palpar evidencias de libertad religiosa que sin dudas constituyen frutos de un largo bregar de la sociedad mexicana, a quien en su conjunto todavía falta mucho por alcanzar. Un ejemplo de ello fue la libre presencia de un team de predicadores nada menos que en la emblemática Plaza de la Constitución, el Zócalo, contigua a la Catedral, que con sus bocinas pregonaban su mensaje sin que nadie les molestase. Por contraste de asociaciones recordé inmediatamente a los Pastores por el Cambio, plataforma fundada el 10 de abril de 2012 en la ciudad de Bayamo, en la oriental provincia de Granma, Cuba, como consecuencia precisamente de la oposición violenta de la policía política al activismo cívico de varios pastores especialmente expresado en atreverse a pregonar su prédica en las calles.
Un excelente artículo de Julio Aleaga Pesant aparecido originalmente en Cubanet: http://bit.ly/1vNFlNl daba a conocer a los medios en su mismo año de fundación a los Pastores por el Cambio. Luego de eso la noticia fue el robo por parte de la policía y de la Seguridad del Estado de una tonelada de ayuda humanitaria que esta organización había logrado recaudar para trasladar como ayuda humanitaria a familias de Santiago de Cuba tras el paso devastador del huracán Sandy. El accionar de este movimiento in crescendo obligó nada menos que a la propia Caridad Diego Bello, Jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, a trasladarse hasta Bayamo no solo para impartir instrucciones como autoridad política a cuadros del Partido o a policías, sino inclusive -lo cual resulta en extremo vergonzoso- a “iglesias cristianas” de la ciudad, miembros del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), para aunar su apoyo en el combate a esta amenaza que les suponían los Pastores por el Cambio.
Teniendo en cuenta la represión extrema orientada desde la más alta cúpula del régimen en La Habana contra tan atrevida plataforma religiosa su caso fue incluido de manera especial ocupando la pregunta dieciséis de un total de treinta que cuestionan las supuestas libertades religiosas en Cuba y que fueron lanzadas en septiembre de 2013: http://bit.ly/1z5iFsb durante viaje que realizamos a Washington invitados por Solidaridad Cristiana Mundial (CSW). Guiados por esta pregunta, la extrema represión contra los Pastores por el Cambio y el efecto que esto ha ocasionado sobre ello ha sido objeto de discusión en conversatorios convocados por el Instituto Patmos.
Evidentemente la agrupación Pastores por el Cambio ha sentido los efectos de la persecución lanzada en su contra. Expresión de ello es que la mayor parte de sus líderes originales ya no se encuentra en Cuba. Lo último que públicamente supimos de ellos fue una nota publicada en el blog Religión en Revolución: http://bit.ly/1F2en9C con fecha 26 de julio de 2014. Previo a esto había tenido lugar una lamentable discusión mediática en la que su liderazgo se enfrentaba contra sí mismo, situación en extremo parecida a la que ahora enfrenta la agrupación femenina conocida como Damas de Blanco, movimiento que acapara nuestra pregunta catorce de las referidas treinta. Al igual que corresponde ahora a las Damas de Blanco, los Pastores por el Cambio tienen el reto de levantarse cual Ave Fénix sobre las cenizas a las cuales el régimen ha pretendido reducirles. Pero no se equivoque la cúpula del poder político en Cuba ni se apresure a celebrarlo. Una nueva etapa, superior, y más efectiva, puede sobrevenir, luego de tanta adversidad, tanto para Pastores por el Cambio como para las Damas de Blanco. ¡Así sea, y que, como en México, seamos capaces de escalar las escarpadas cimas de la libertad religiosa!