MI OPINIÓN, por: YOAXIS MARCHECO SUÁREZ

 El tema más latente por estos días referido a la realidad cubana es la próxima visita del Papa Benedicto XVI. La prensa oficial ha dejado en claro sus pronósticos, por supuesto favorables para el régimen, y que el máximo representante de la iglesia católico-romana viene en calidad de invitado, no solo de sus fieles, sino también del gobierno. Por otro lado la oposición interna y externa realiza también sus especulaciones y centra un tanto sus esperanzas en la venida del líder católico, para resolver, sino todos, al menos algunos de los males que golpean al país. El protagonismo de la esperada visita se ha perdido un tanto en estos momentos en que trece opositores ocuparon un templo católico decidíos a permanecer en este lugar con el objetivo de hacer llegar a Benedicto XVI sus demandas y reclamos. Este acontecimiento acaparó la atención de muchos y los ocupantes recibieron el apoyo de unos cuantos y críticas desfavorables por parte de otros. Al final su intención no será ejecutada porque el liderazgo eclesial solicitó el apoyo de las «autoridades» y estas lograron retirar al grupo de opositores atrincherados en el interior de la Basílica de La Habana.

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