Como me duele saber que algunos hombres tengan que flagelarse al modo de una huelga de hambre para que otros, crueles y endurecidos, solo al verles a punto de morir, y temiendo solo por las consecuencias que esto pueda acarrearles a si mismos, les escuchen. Como fue el caso de la epopeyica huelga de hambre que sostuvo el Premio Sajarov por la libertad de conciencia del Parlamento Europeo 2010 Guillermo Fariñas, por cuya causa, unido a otros elementos, como la muerte de Orlando Zapata Tamayo y las persistentes marchas de las Damas de Blanco, los cincuenta y dos hombres del grupo de los 75 de la Primavera Negra de Cuba de 2003 que restaban en las prisiones fuesen liberados.