El pasado 7 de junio concluyó en el Palacio de las Convenciones, en La Habana la II Conferencia Internacional “Nuevos escenarios de la comunicación política en el ámbito digital 2015”. Tras la fachada de debatir sobre el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y su impacto en el sistema de relaciones internacionales, así como en la comunicación política en el ámbito digital; convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, como era de esperar, el evento evidenció sus verdaderos objetivos: promover el viejo discurso de «batalla al imperialismo». Ello explica desde las declaraciones cargadas de confrontación y belicismo expuestas por la televisión nacional por parte de algunos de los invitados, «para que no nos puedan vencer en las redes», hasta el discurso de clausura a cargo de Abel Prieto Jiménez, ex ministro de cultura y actual asesor del general Raúl Castro, el mismo que liderara los actos de repudio que tuvieron lugar en el marco de la VII Cumbre de las Américas en Panamá.
No pasó desapercibida en los paneles la presencia de representantes del Departamento para los Asuntos de Nuevos Desafíos y Amenazas del Ministerio de Asuntos Exteriores del gobierno ruso, ni de la Oficina de Políticas y Reglamentos para el Ciberespacio del gobierno chino cuyo director general adjunto, Li Tao, en persona, disertó acerca de la primordial importancia que confiere China a la seguridad y gobernanza de internet al punto de admitir que desde 2013 su país cuenta con un grupo dedicado a esta tarea cardinal encabezado nada menos que por el propio presidente Xi Jinping. Evidentemente todos estos panelistas representaron posiciones comunes de gobiernos totalitarios ante el peligro que le suponen las TIC.
Durante el evento, cuando se hablaba de las TIC respecto a occidente o a los Estados Unidos se les esgrimía como arma de emancipación, e incluso se les resaltó como herramientas de movilización en ejemplos concretos, como los movimientos Occupy Wall Street (en EE.UU.), el 15 M (en España) y Yo Soy el 132 (en México). Por el contrario, respecto a sí mismos, el Minrex cubano y los panelistas representantes de los gobiernos chino y ruso expusieron su necesidad vital de garantizar su seguridad, y en tal sentido definir regulaciones en la web, entendiendo como subversión los intentos de enfrentárseles utilizando la internet. El uso de las TIC entonces para enfrentar al «imperialismo» se considera lícita resistencia política, pero si se opone a sus totalitarismos es tratado como sedición. En tal sentido el viceministro de Comunicaciones Wilfredo González destacó que en la Isla se estructura una política para el perfeccionamiento de la informatización de la sociedad que se diseña sobre los principios de la defensa política y la ciberseguridad, proceso conducido por la máxima dirección del país a través del Consejo de Informatización y Ciberseguridad.
El terror expuesto en el evento por parte de los regímenes totalitarios representados en La habana no es infundado. El número de quienes día a día se suman desde las TIC para empujar sus muros es cada vez mayor. En la aldea global a la que se reduce el mundo de hoy los totalitarios temen, conscientes de que si el modelo virtual de libertad y democracia que ofrece internet se tradujese a la sociedad real de los seres humanos de carne y hueso, sus horas estarán contadas. Y es cierto.