Apocalipsis 21:22-27
El 31 de julio una persona no identificada entró a la Capilla de la Sangre de Cristo en la Catedral Metropolitana de Managua y arrojó una bomba produciendo un incendio dentro del templo.
Israel conmemoró el pasado jueves 30 de julio, la destrucción de los bíblicos templos de Jerusalén. Conocida como el «Tishá B’Av», o noveno día del mes hebreo de Av, en esa jornada los judíos recordaron la desaparición de los templos construidos primero por el rey Salomón y, después, el que fuera remodelado por Herodes. El templo de Salomón fue destruido por el rey babilonio Nabucodonosor en el 587 a.C., y el de Herodes en el 70 d.C. por las legiones romanas al mando de Tito, en ambos casos dando inicio al primer y segundo éxodo judío. En Jerusalén el Muro de los Lamentos representa el último vestigio del templo y el lugar más sagrado para el judaísmo. Por detrás de este muro, donde la tradición judía sitúa sus dos santuarios, se alzan hoy las mezquitas de Omar y de Al Aqsa, esta última la tercera en jerarquía para el Islam después de las de La Meca y Medina. Son también el centro espiritual de las demandas políticas palestinas en Jerusalén, en cuya parte oriental aspiran a declarar la capital de su futuro estado. La destrucción de los dos templos de Jerusalén, que según la creencia coincidió en el mismo día del calendario hebreo, supuso el final de la independencia política judía hasta 1948, cuando se creó el moderno Estado de Israel.
Una serie de hechos recientemente viene ocurriendo contra lugares de culto; el incendio en la catedral de San Pedro y San Pablo de Nantes (noroeste de Francia), la estatua de Jesús decapitada en el patio de la Iglesia Católica del Buen Pastor en West Kendall, Fl; la Iglesia Episcopal de St. John vandalizada, de la calle H NW en DC; la Iglesia Reina de la Paz en Ocala, La iglesia de San Gabriel, en la Arquidiócesis de Los Ángeles que estaba siendo renovada para su próximo 250 aniversario, fue incendiada alrededor por la madrugada del 11 de julio, quemando el techo y la mayor parte del interior de la iglesia. Tampoco escapó el templo de Calvary Baptist, una iglesia históricamente negra.
El pasado lunes 20 de Julio, en La Habana, Cuba, el mismo día en que se cumplían 133 años de que Alberto J. Díaz, fundador del Cementerio Bautista, recibiera la licencia para predicar en su capilla, la Lic. Mirian García Merino, Jefa del Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia comunicó de parte del régimen la firme prohibición de continuar realizando servicios allí.
La reciente decisión del gobierno de Turquía de cancelar el estatus de museo vigente desde 1934 del templo ortodoxo Hagia Sophia del siglo VI, convertido luego en mezquita, habilitándolo para oficios musulmanes a partir del 24 de julio, ha sido motivo de gran controversia.
Por estos días en que tanto se habla de lugares de culto atacados, la visión de Juan, de finales del siglo I, quien describe, seguramente muy sorprendido: “no vi templo en ella”, nos ofrece un mensaje que adquiere significado especial en estos tiempos de Covid19 en la que tantos templos alrededor del mundo permanecen cerrados (aunque nunca como ahora el Evangelio había sido predicado a través de las redes sociales):