Estuve en su inauguración aquel jueves 16 de junio de 2011. Elevé la oración de bendición y dedicatoria; y fui uno de quienes tuvieran el privilegio de cortar su cinta de apertura. No pude evitar dormir aquella noche sin antes escribir sobre aquella experiencia inolvidable: http://cubanoconfesante.com/literatura-teologia-y-vida/ . También aquel mismo día realicé mis primeros donativos: ¨Hermenéutica¨, de Rob Haskell y ¨Acabadito de Hornear¨, de Luis Bernal Lumpuy, ambos de contenido religioso, como otros muchos de los libros que integraron la colección de lo que hasta el pasado lunes 21 de mayo -cuando la intervino la policía política- fue la biblioteca independiente ¨Gustavo Arcos Bergnes».
Custodiada con celo en su propia casa durante casi 7 años por Manuel Sarduy Segredo, la biblioteca, adscrita al Movimiento Cubano Reflexión, sin límite temático, sirvió como libre alternativa a su comunidad en Camajuaní, Villa Clara. A la muerte de Sarduy el 12 de noviembre de 2017, los nuevos bibliotecarios fueron Dámaris Hidalgo y Marino Andrades, en su vivienda en Egido #9. Leonardo Rodríguez Alonso, del Instituto Patmos, y vecino de la misma relata en su cuenta en Facebook detalles de la intervención y de las amenazas que él mismo recibió esa mañana de parte de los inquisidores: https://www.facebook.com/leonardo.rodriguezalonso.7/posts/596796904016879
Las primeras semanas de la era Díaz Canel han sido desastrosas en todos los sentidos. Pareciera ser lo mismo que la era Castro: continúa la represión, siguen las violaciones a las libertades religiosas y a los derechos humanos en general, los presos políticos que heredó continúan presos -este año Ernesto Borges Pérez estará cumpliendo veinte años de encarcelamiento-; y nuevos prisioneros de conciencia, como el biólogo Ariel Ruíz Urquiola, se añaden rápido a la lista. ¿Es que acaso será peor? La era Castro, a pesar de represión y vigilancias constantes, toleró la biblioteca independiente «Gustavo Arcos Bergnes», pero Miguel Díaz-Canel, apenas en los primeros días de ¨su mandato¨, y en su provincia de origen, la desapareció.