No es asunto sólo de orar mirando al mundo…
No es asunto sólo de hablar sin restricciones…
Recordamos nuestro deber de enseñar todas las cosas…
No es asunto sólo de amar a todo el mundo
sin hacer por ese amor constante entrega.
Recordamos que hay que vivir predicando tu mensaje.
Ayúdanos, Señor, a obedecerte.
Alberto González