Las homilías, mensajes o sermones que he estado trayendo a mi iglesia este año forman parte de una serie que intenta indagar en un libro diferente de la Biblia cada domingo. Me percaté que en los años que llevo como predicador existían libros de los que tal vez no había predicado ni una vez –los predicadores tendemos a establecer nuestro propio canon particular- y decidí emprender este viaje homilético a través de los sesenta y seis libros que reconoce nuestra Biblia protestante. Únicamente en el caso del libro de los Salmos me extendí con cinco sermones teniendo en cuenta las cinco respectivas colecciones que componen este antiguo himnario hebreo, en el resto de los libros de los que he expuesto hasta el momento me he concretado a un mensaje que intente abordar lo más significativo y adoptando el punto de vista cristocentrico, es sabido que a través de toda la Escritura corre un hilo de sangre que lleva siempre a la muerte de Jesús en el Calvario.