Este sábado 30 de agosto arribó por el Aeropuerto “Abel Santamaría” de Santa Clara Jeovany Hernández, el último de los feligreses que formó parte de nuestra pequeña delegación que visitó USA este verano con el objetivo de unirnos a un convoy que visitará a Israel en próximos meses. Nuestro hermano fue sometido a un severo escrutinio y finalmente le ocuparon en calidad de retención un sobre con documentos enviados por la prestigiosa organización “Unidos por los Derechos Humanos” (UHR, por sus siglas en inglés). Según consta en el Acta de la Aduana tal retención se realiza con el objetivo de investigar pues se presume que el contenido sea “contrarrevolucionario”. Esto no sorprende puesto que en Cuba la simple mención de la frase “Derechos Humanos”, como en este caso, se asocia enseguida a subversión a consecuencia de que el sistema imperante ha violado los derechos elementales de los ciudadanos por décadas, y aunque se trate de un supuesto Estado firmante de la Declaración Universal, su verdadera naturaleza es contraria al espíritu de la Carta Internacional de Derechos Humanos. No en vano su reticencia a firmar los Pactos de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Mi ministerio como pastor bautista en Cuba incluye defender los DD.HH de mis conciudadanos, forma parte irrenunciable de mis roles, a nombre del Creador que nos dotó a todos “con ciertos derechos inalienables”. Por ello mi iglesia y la Convención Bautista de Cuba Occidental a la que nos afiliamos pertenecen a la Alianza Bautista Mundial (AWB) cuyos objetivos se encuentran bien identificados: Evangelización, Unidad de sus miembros, Ayuda a los necesitados, Educación Teológica y Defensa de los DD.HH. Es en el marco del último de estos objetivos que sostengo loables relaciones con organizaciones como “United for Human Rights” (UHR), de donde proceden los documentos retenidos. UHR se fundó en el 60 Aniversario de la Declaración Universal de DD.HH de la ONU y se dedica a ayudar y a unir a individuos, profesores, organizaciones y cuerpos gubernamentales para implementarla a nivel local, regional, nacional e internacional. Una de sus primordiales funciones es la educativa con el fin de procurar en la mayor medida posible una comprensión total de los DD.HH.
No sorprende que tales objetivos, tanto de la AWB como de la UHR, resulten sospechosos en cualquier país donde quienes ocupan el poder político y militar violan reiteradamente los derechos de sus ciudadanos, como sucede en Cuba. La retención de documentos provenientes de UHR cuyo tema exclusivo son los DD.HH. es lógica de parte de quienes reiteradamente los violan. Estaremos reportando tanto del tiempo de la retención como de los resultados de la investigación de estos documentos. Tal hecho, además de constituir otra violación en sí mismo, delata la naturaleza de un sistema que finge ante la ONU pero que en su territorio hace todo lo contrario burlándose constantemente de la dignidad de los cubanos. Le deja sin careta.