Esta fue la primera parada del Instituto Patmos en su mes de Aniversario Tres. Tuvo lugar el sabado 20 de febrero y nuestros anfitriones fueron los representantes en Cuba del Partido Pro-Derechos Humanos cito en Catalina de Güines, provincia Mayabeque. La sede del Partido está en la propia casa de sus lideres Ricardo Lazaro Fiallo e Yliam Marrero.
Tanto Ricardo como Yliam son creyentes fieles de Jesucristo. En este sentido siguieron la linea de lideres anteriores del Partido, como Sara Marta Fonseca Quevedo o René Montes de Oca Martija que recibieron inspiración de su conciencia cristiana para liderear el Partido Pro-Derechos Humanos de Cuba; aunque por este mismo motivo, al igual que sus predecesores, lamentablemente, según me narraron, se les limita mucho hacer vida de iglesia, pues se les discrimina, a diferencia de miembros del PCC o de activistas de los CDR. Pero poseen la bendición de convivir con Ricardo, el padre, un octogenario, testigo de las vicisitudes de las iglesias en Cuba desde su conversión a principio de los setenta. Discípulo en pastorados fieles como los de los pastores Jorge Lugo o Esteban Estrada, desde hace años exilados en USA. Actualmente este anciano se desenvuelve como diácono de la Iglesia Bautista en Catalina de Güines.
Nuestra visita fue una ocasión especial para orar por el preso político, miembro de dicha organización, Andrés Fidel Alfonzo Rodríguez, recluido desde el 24 de diciembre de 2013, y quien permanece en celda de castigo desde el 27 de abril de 2015 en Prisión de Melena del Sur, Provincia Mayabeque. También confirmamos la participación de este partido en el II Encuentro Nacional Cubano que tendrá lugar dentro de unas semanas; era parte de nuestro objetivo dada mi responsabilidad como Coordinador en Cuba de la Comisión Coordinadora de Enlace conformada en el I Encuentro. Compartimos con ellos la convocatoria para participar en el CONCURSO “FOMENTANDO EL DEBATE: PROPUESTAS CUBANAS” y al respecto les recomendamos la confección de policys papers como una manera práctica de conseguir o al menos proponer la solución de tantos problemas en nuestras comunidades.