Pregunta 18 de 30: ¿Por qué intenta aislar a determinados líderes religiosos impidiendo por todos los medios el acceso a ellos, como lo evidencia la detención e incluso deportación de extranjeros que intentan visitarles, y el sacerdote católico José Conrado es un vivo ejemplo de ello?

Escribo este post mientras visito, como parte de un fraternal encuentro con los pastortes bautistas de la provincia de Cienfuegos, Cuba, la centenaria Iglesia Bautista Emmanuel de Cruces, en la cual tengo el honor de servir como uno de los profesores de su Filial del Seminario de La Habana. Su cuota de persecución no cesó en 1965 cuando la Primavera Negra Bautista, de la cual estamos conmemorando por estos días el aniversario 50, ni en los duros años ’70 y ’80 cargados de exclusiones. Sus tribulaciones llegan mucho más acá del cambio de letra en la Constitución en 1992 cuando el Estado dejó de ser confesionalmente Ateo para declararse Laico pero continuó violando libertades. El pastor Vladimir Cabrera Vasallo ya no está al frente de esta iglesia pues recientemente se trasladó para pastorear la Iglesia Bautista en La Víbora, La Habana, quiera Dios que allí pueda realizar tan buen trabajo pastoral como el que desarrolló en Cruces, pero sin las presiones, acosos y vigilancias constantes desde unos sucesos en 2010 que tanto él como está iglesia todavía conservan muy frescos y que involucró la triste deportación de unos visitantes. Pero dejemos que sea uno de esos propios hermanos deportados, en carta que escribió posteriormente a Vladimir quien nos lo cuente. Las secuelas de ese triste incidente persiguieron a Vladimir hasta el día en que hace apenas unos meses abandonó Cruces, permaneció todo el tiempo ¨marcado¨. Agradecezco a Vladimir compartir esta carta que conserva celosamente en sus archivos y omitimos a petición suya los nombre de los visitantes. Cualquier comentario directamente a Vladimir puede hacerse a su correo: pastor.vladimir777@gmail.com

La carta (traducción al español):

Espero que usted y su flia estén bien. P.y yo estamos preocupados por el bienestar de usted y su familia. Fue evidente para nosotros que ustedes eran el blanco de la persecución mientras estábamos allá, aunque también fue una experiencia de persecución religiosa de primera mano.

Yo me alarmé cdo el oficial del gobierno se presentó y pidió nuestros pasaportes a las 6:30 AM. P. estaba todavía durmiendo y yo estaba en piyamas, no tuve tiempo de cambiarme ni para abrir la puerta. Estaba tan alarmada que no pude encontrar mi pasaporte, encontré el de P. y se lo di al oficial mientras buscaba el mío. Se lo di al oficial. Él me preguntó por los amigos que viajaron con nosotros y yo traté de cooperar con él respondiendo a sus preguntas. Tan pronto él se fue comprendí que iba directamente (inmediatamente) a la casa de ustedes.

Yo no entiendo por qué tomaron nuestros pasaportes! Para su registro y el nuestro, esto ocurrió el martes 26 de enero de 2010. Nosotros creemos que no hicimos nada malo. Tratamos de tener las visas religiosas que necesitábamos y no entendemos por qué el gobierno no nos la concedió. Apreciamos el hecho que usted nos instruyera acerca qué podíamos y qué no podíamos hacer si no teníamos visa religiosa. Los oficiales nos dijeron que no podíamos ir a un templo sin visa religiosa y que no podíamos ir a adorar. Yo hablé con personas que viajan frecuentemente a Cuba y con cubanos y me dijeron que esto no es cierto. A P. le dijeron que él no podía pararse en el culto para dar un saludo y que nosotros habíamos ido muchas veces al templo el domingo y el lunes. Como usted sabe, ambos asistimos el domingo a los servicios de la mañana y la noche, el 24 de enero de 2010. Nosotros no oramos ni enseñamos en ninguno de ellos, solamente dimos un saludo, lo cual creíamos que era permitido hacer. Además visitamos a nuestros amigos el domingo y lunes por la tarde, como hacemos usualmente cdo estamos allá. El lunes 24 de enero , usted recordará que todo el pueblo de Cruces estaba sin agua. Yo aprecio que usted buscara una pipa de agua para hacer más confortable nuestra estancia. Recuerdo que era tarde cdo usted terminó este trabajo y que la falta de agua en el pueblo causó que la cena estuviera más de lo planificado. Por esa razón nuestros amigos no se quedaron esa noche en Cienfuegos.

Me preocupé cdo usted fue citado a la estación de Policía el martes 26. Si recuerdo correctamente, ustedes dijeron que estuvo allí a las 10 AM. No recuerdo cuánto tiempo usted fue interrogado, yo creo que usted estuvo allá al menos una hora y tal vez hora y media. Estuve horrorizada que ustedes fueran multados con 1000 CUC, conociendo que podría ser imposible para ustedes tener esta cantidad de dinero. P. y yo estábamos temerosos que usted fuera puesto en prisión si no pagaba la multa. También temíamos que esto fuera usado como una razón para ser castigado por el gobierno.

Agradecí cdo usted regresó a la iglesia. Aprecio que usted nos dijera que se necesitaba que fuéramos a Cienfuegos para ser interrogados por oficiales de inmigración. Fue un poco menos intimidante oírlo de usted que del oficial que tomó nuestros pasaportes. Aprecio que tomara tiempo para explicar que seríamos interrogados individualmente, esto me ayudó a saber qué esperar. Aprecio además que usted fuera con nosotros a Cienfuegos junto a nuestro intérprete. Esto me hizo estar menos temerosa, sabiendo que ustedes estaban con nosotros y que abogaban por nosotros. Sé que este fue un sacrificio suyo porque estaba enfermo y casi no podía hablar.

Los oficiales de inmigración …, pero el interrogatorio fue intimidante. Yo lloré mucho. Pensé que era muy extraño que me preguntaran por mis hijos. Estaba tan confundida por la pregunta que no pude pensar una respuesta así que le mostré una foto de toda la familia, esto satisfizo su curiosidad por el momento. Habían 4 hombres en interrogándome, 3 de ellos en uniforme y el otro en ropa ordinaria.

Durante el interrogatorio los oficiales repetidamente me preguntaron por usted. Hicieron preguntas como ¿el pastor les dijo esto o no les dijo aquello? Ellos me preguntaron sobre lo que usted hizo cuando nosotros estábamos con usted en la iglesia. Ellos me dijeron ¿en qué tipo de actividades usted participó el domingo? ¿cuántas veces usted fue el domingo y el lunes a la iglesia? ¿estás segura? Todas las preguntas me condujeron a creer que el interrogatorio era en realidad sobre usted aunque ellos me acusaron formalmente de tener una visa impropia y me hicieron firmar un papel en el que decía que yo entendía los cargos. Pregunté si nosotros podíamos comprar las visas, pero uno de los oficiales me dijo que hablaríamos sobre eso más tarde. Se me dijo que podíamos regresar a Cuba, pero debíamos tener las visas apropiadas para hacerlo.

Agradecí que usted nos dijera que se nos permitía regresar a Cruces para recoger nuestras cosas y despedirnos de todos. Fue un poquito menos doloroso oírlo de un amigo y hermano en Cristo. Sin embargo, fue un castigo doloroso y me dolió mucho. No siento que el castigo fue apropiado para la ofensa. Traté de hacerlo todo tan honestamente como sabía. Es difícil trabajar dentro de la estructura de dos gobiernos desconociendo cada ley y requerimiento pero trato de hacer lo que puedo.

Aprecio el tiempo que tuvimos para la cena de despedida. Significa mucho para mí que algunos hermanos vinieran par decirnos adiós. Valoro la experiencia de amor y el compañerismo que tuvimos en la iglesia bautista Emmanuel y espero que seamos capaces de regresar una vez más. Aunque se nos dijo que podíamos regresar con la visa apropiada, por alguna razón me pregunto si… Uno de los oficiales de inmigración que no sería bueno para nosotros si regresáramos y que podíamos estar en problemas.

Los oficiales mandaron un ómnibus por nosotros a las 10 PM y nos llevaron a una casa de turismo en Cienfuegos el martes 26. Al llegar P. sacó dinero para pagar al conductor. El viento se llevó uno de los billetes de las manos de P.. Cuando él trató de retenerlo, su acción me causó un desmayo. ..

Estuve agradecida que usted explicara qué debíamos esperar de nosotros mientras estábamos. Nunca antes yo había estado en una casa de arresto. Además yo quiero agradecerle que usted le preguntara a los oficiales si nosotros podíamos ir a Rancho Luna a visitar a Anita y Eduardo. Aunque solo nos permitieron estar 3 horas para ir hasta allá y regresar a la casa de turismo, estoy agradecida por el tiempo que tuvimos. El miércoles por la noche Anita vino a cenar con nosotros. Le informamos a la mujer de la casa de alquiler que cenaríamos en el Jazz Club de Cienfuegos. Mientras estábamos allí un agente vino y se sentó detrás de P. y yo. Al igual que D. y Pt., él solamente ordenó un vaso de agua. Él nos observó y escuchó nuestra conversación.

No dormí bien el miércoles 27. Recuerdo que los oficiales de inmigración nos recogieron a las 6 AM el jueves 28 para llevarnos a La Habana donde nos encontraríamos con los oficiales de inmigración. No entiendo por qué nos llevaron a inmigración en La Habana. Yo entendí que íbamos a ser deportados y me causó admiración de por qué no fuimos directamente al aeropuerto.

Gracias por ir a encontrarse con nosotros en la mañana del 28 de enero. Yo sé que fue un sacrificio de su parte manejar hasta Cienfuegos a las 5:30 AM. Su presencia me confortó y agradezco que fuera a despedirnos al aeropuerto y ayudarnos con el equipaje.

Dos oficiales de inmigración nos recogieron en la casa de alquiler y de allí nos llevaron a La Habana. Viajamos a través de pequeños pueblos, por la carretera. Yo disfruté las vistas. Después de haber viajado un tiempo, paramos y recogimos a otro oficial de inmigración, el cual se sentó detrás de nosotros. Yo noté que él llevaba nuestros pasaportes. Nosotros fuimos escoltados por 3 oficiales y sentí que éramos tratados como criminales aunque ellos nos habían dicho que nuestra única ofensa o delito era no tener las visas apropiadas. En este punto comencé a llorar. P. me preguntó por qué estaba llorando y yo no pude contestar solamente permití que mis lágrimas rodaran por mi cara. Me preguntaba si este sería nuestro último viaje a Cuba y todo lo que pude hacer fue llorar.

Estoy segura que usted se preguntará qué pasó con nosotros cuando estábamos en La Habana. Fuimos llevados a un complejo del gobierno. Yo estoy suponiendo que esto tenía que ver con inmigración. No estoy segura de si usted podía acompañarnos, pero los oficiales nos dijeron que era un área restringida. Fuimos llevados a una celda de hormigón fuera del complejo. Aunque esta tenía una puerta de hierro en cada lado, los oficiales no podían vernos. Creemos que esta era una cárcel o una celda de detención. Los guardias nos observaban desde lejos y también detrás de una ventana. Nosotros nos sentamos en un banco y esperamos pacientemente. No nos dieron ninguna comida o agua y no nos permitieron ir a ninguna casa de descanso sin escolta. Estuvimos allí desde las 9:30 AM hasta la 1:30 PM, cuando 2 oficiales de inmigración nos explicaran que debían llevarnos al aeropuerto y acompañarnos hasta que abordáramos el avión. Pagamos el boleto y el impuesto de salida y fuimos llevados a la puerta por uno de los oficiales de inmigración. El permaneció con nosotros hasta que abordamos al avión, solamente entonces él nos dio nuestros pasaportes.

Me sentí tan contenta al verlo cuando llegamos al aeropuerto! Supe que usted estaría esperando por nosotros! Usted nunca nos abandonó. Incluso cuando perdimos la conexión y llegamos muchas horas más tarde e incluso cdo llegamos después de medianoche, usted siempre estuvo allí para cuidar de nosotros. Agradezco por su amistad y lealtad. Quiero que sepa que P. y yo agradecemos todo lo que usted hizo para interceder por nosotros. Sé que usted pasó mucho tiempo con los oficiales alegando a nuestro favor hasta el punto de la exasperación… Por esa razón estoy preocupada por la seguridad de usted y su familia. Tengo miedo que el gobierno continúe presionándolo personalmente y que imponga multas que usted no puede pagar. Temo que usted sea asediado ( o acosado) o puesto en prisión. Estoy preocupada por Glenda y los niños sabiendo que ellos también están sintiendo el estrés de la situación. Me doy cuenta que este estrés perjudicial para su matrimonio. P. y yo solamente sufrimos un malestar temporal mientras estuvimos allá, pero usted y su familia deben soportar estas cosas corrientemente (habitualmente). Sean fuertes y valientes. Oraremos por ustedes.

No sé si regresaremos a Cruces. Fue una experiencia de primera mano de persecución religiosa que ustedes deben soportar. P. y yo oramos por estos problemas. Por favor escriba pronto.