Más Rosas y menos espinas

Gracias por publicar testimonio que escribi 26 de noviembre cuando todos los padres de los niños de primer grado de la escuela primaria de nuestro pueblo nos consternamos por la ausencia a clases de su maestra:

Hoy Rosa Valeriano, la ejemplar maestra de primer grado de nuestra hija Rachel en la escuela primaria Pelayo Cuervo Navarro, en Taguayabón, Villa Clara, no se ha presentado a impartir clases en justa y evidente señal de protesta ante el incumplimiento de la remuneración salarial que ha reclamado.

Nuestra Rachel y sus dieciocho compañeritos se han quedado en este día sin quien les enseñe la siguiente letra del alfabeto, pero la maestra nos ha dado a todos, incluyendo a nuestros niños, una lección mucho más importante. Rosa me recuerda al personaje de Carmela de la reveladora película Conducta de Ernesto Daranas. Mi esposa y yo, junto a otros padres de niños de seis años, nos sentimos dichosos de contar con una maestra como ella a pesar del estado crítico de la educación en Cuba. Fue ella también quien enseñó a leer y escribir a Rocío, nuestra primogénita, ahora con catorce años; y en apenas estos tres primeros meses del presente curso Rachelita está a punto de lograrlo gracias a la excelente pedagogía de Rosa. Continúe o no trabajando en Educación estaremos en deuda con ella para siempre.

Rosa lleva décadas de experiencia. Ama su profesión. Es un hecho que tiene vocación por el magisterio. La necesidad de educadores la empujó a prolongar su jornada a pesar de sus problemas de salud, reconocidos por una comisión médica. Y es precisamente ahí donde radica su inconformidad. Desde julio pasado, antes de iniciar el curso, Rosa había solicitado cobrar cuatro horas adicionales a las que les paga el Ministerio de Educación y que dedica con excelencia a la preparación y planificación de clases. Supuestamente debería estar recibiendo el pago desde el inicio del curso, pero ya pasó noviembre y Rosa no ha sido resarcida como se debía.

 La escuela primaria Pelayo Cuervo Navarro de Taguayabón, Villa Clara.

La escuela primaria Pelayo Cuervo Navarro de Taguayabón, Villa Clara.

Es más que cuestión de dinero, al fin y al cabo ningún salario alcanza para los cubanos, mucho menos el de los mal pagados trabajadores de Educación. Es cuestión de honor ‒y ha sido su protesta de hoy, que podría prolongarse para siempre si no se rectifica‒ una lección para todos de hacer valer el Artículo 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: el de los trabajadores; y en consonancia con la petición que acaba de realizar el canciller español José Manuel Garcia-Margallo en su recién concluida visita oficial a Cuba respecto a que se ratifiquen los Pactos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en cuanto a la libre sindicalización, que es el apoyo que ahora mismo hubiese necesitado Rosa y que en la práctica brilla por su ausencia.

Resulta perfectamente lógico que la educadora se sienta engañada y usada por quienes, lejos de reconocer su esfuerzo, llevan ya varios meses dándole vueltas a su derecho a lo que en definitiva constituye en Cuba un miserable salario que por ley le correspondería. Aguardábamos con esperanza que por fin cuando llegasen los pagos de noviembre no se le volviese a faltar el respeto a nuestra maestra pues era una situación harto conocida en la escuela, encima que en el presente Rosa carece del imprescindible auxiliar pedagógico que requiere un grado tan importante como lo es el primero.

¿Qué vamos a hacer los padres con cada vez menos maestros para nuestros hijos, y menos con la calidad de nuestra maestra? ¿Qué van a hacer nuestros niños, ya de por sí expuestos a un sistema educativo politizado y manipulador, si cada vez son menos las rosas y más las espinas?

¡Que nadie enseñe nada, yo solo puedo enseñar!: Pregunta 7 de 30: ¿Por qué mantiene el monopolio de la educación en sus manos sin permitir abrir planteles educativos a los grupos religiosos a pesar de reconocer la necesidad imperiosa que posee el pueblo de Cuba de una educación moral y cívica que reconstruya valores que identificaban a los cubanos en el mundo y que hoy están ausentes?

El educador y filósofo cristiano José de la Luz y Caballero, pilar de la nación cubana, echa por tierra con su pensamiento el sistema de educación cubano actual.

El educador y filósofo cristiano José de la Luz y Caballero, pilar de la nación cubana, echa por tierra con su pensamiento el sistema de educación cubano actual.

Desde semanas antes al lunes 1 de septiembre cuando comience en Cuba el nuevo curso escolar, en todos sus medios el régimen hace alarde y se erige autoalabanzas por “sus bondades” al garantizar la educación desde preescolar y hasta noveno grado a todos los niños cubanos. Lo que no explicará a nadie es el porqué de tanta bondad y de seguro se sobrarán en el mundo, como suele ocurrir, ingenuos que se presten a creer, o que aparenten creer la supuesta santidad del sistema cubano. Un fenómeno de masas reciente como lo es la película “Conducta” de Ernesto Daranas ya se introdujo en este san Benito y lo deshizo.

Pero hay más aparte de las limitaciones en todo sentido del Ministerio de Educación en Cuba: a pesar de que demostrado está que el señor feudal no puede cargar con esta responsabilidad de enseñar a nuestros hijos, porque lo está haciendo mal (de educar ni hablemos, como en la salud,  no quiere perder su hegemonía en esta área. Y es que sabe que le va el hilo que le queda de vida en ello. A pesar de los más de cincuenta años de desastres transcurridos y de tejer la leyenda que en los sesenta años anteriores no hubo nada bueno, no han conseguido borrar el aporte de la enseñanza privada y en especial el de los colegios religiosos a lo largo y ancho del país. Hoy muchas instituciones religiosas dispuestas estarían, no a echar una mano, sino a ocupar incluso las riendas de la educación en Cuba. Pero como sucede con otras áreas “priorizadas” el régimen “no quiere soltar”.

Algunas iglesias incluso han ido más allá de decirlo y ofrecerlo y han intentado hacer para recibir a cambio todo tipo de ataques, acosos y prohibiciones. Pregúntesele a iglesias como las bautistas de Camajuaní o Vueltas qué sucedió con sus kindergártenes y se obtendrán amplios testimonios del por qué tuvieron que cerrarlos, o a la primera iglesia bautista de Placetas todas las odiseas para mantener abierto el suyo contra viento y marea. También en Placetas pregúntese al pastor Israel Martin Lemus por todas las peripecias que ha tenido que pasar su Iglesia Evangélica Independiente para llevar adelante su flamante proyecto de Escuela Cubana de Estudios Teológicos (ECETE) que incluye lo que me atrevo a declarar como el primer embrión de otra vez un colegio religioso en Cuba y se sabrá de qué estamos hablando. Y solo estoy poniendo ejemplos cercanos a mí geográficamente.

Cuando este próximo 1 de septiembre se escuche gritar a los niños cubanos: “Pioneros por el comunismo, ¡Seremos como el Ché!” o cuando en el acto por la apertura del nuevo curso sean leídos los mamotretos de “comunicados” dando loas a espías y posiblemente dando vivas a Hamás, entonces es probable que algunos ingenuos, si prestan atención, comiencen a entender el porqué de tanta bondad. Y toda esta carga ideológica y este absurdo adoctrinamiento político aun antes de que nuestros niños comiencen a escribir o a leer. Cuando José de la Luz y Caballero dijera su famosa frase: “Enseñar puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo” no utilizó casualmente la palabra evangelio sino con toda intención y sentido literal. En cuanto al régimen ya hasta enseñar se le va haciendo difícil. Es hora de que “suelten” y concedan a quienes realmente pueden y quieren hacerlo toda la educación y la enseñanza. Por ello dedicamos la séptima de un total de treinta preguntas (http://cubanoconfesante.com/?p=733) que presentamos el año pasado en Washington cuestionando las supuestas libertades religiosas en Cuba invitados por Solidaridad Cristiana Mundial (CSW).

El sentido de nuestro regreso

Junto a ABeC

Junto a ABeC

En pleno concieto de ABeC

En pleno concieto de ABeC

En pleno concierto

En pleno concierto

Ya el verano terminó, y la cosecha llegó a su fin, pero nosotros seguimos sufriendo (Jeremías 8.20, Traducción en Lenguaje Actual).

Contra muchos pronósticos la pequeña delegación de nuestra iglesia que visito USA por un mes aterrizaba de vuelta a Cuba el pasado 6 de agosto. En verdad no podemos dárnoslas de superhéroes. Éramos conscientes de que nuestra acción de volver se equiparaba a descender a los infiernos mismos: para empezar nos aguardaba el calor asfixiante sin los oasis de los aires acondicionados, comenzando por el aeropuerto “Abel Santamaría” de Santa Clara; las enfermedades como dengue o cólera en su apogeo, y el ebola amenazante; las carencias de todo tipo, la desidia casi generalizada, el desorden y falta de higiene reinantes, la corrupción evidente comenzando por quienes debían combatirla, la mentira como discurso oficial a través de una propaganda tan abundante como ridícula, como para acentuar el “dime de qué alardeas y te diré de qué careces”, la desconexión a internet y los obstáculos, censura y espionajes a cualquier modo de comunicación … Todo esto, y más, lo hemos sufrido, junto al resto de nuestro pueblo cubano, mientras es harto conocido que la elite que desgobierna vive a sus anchas en sus propias mansiones, vacacionando en hoteles de lujo en escenarios paradisiacos como su fastuosa cayería norte, o en cualquier rincón del planeta, jugando golf o disfrutando de sus yates, sus áreas reservadas y sus cotos de caza, por supuesto con total protección contra las epidemias que azotan a la plebe y con una alimentación de reyes. Es la triste y contrastante realidad en este archipiélago donde un feudo lo controla todo, ahora en su peor fase, la de intentar transmutar, con ayuda de cuanto cómplice sea posible en el mundo.

Cuando trato de explicarme a mí mismo el por qué de nuestro regreso no titubeo en explicarlo más que nada en que se trata de un acto de fe y de obediencia a Dios, una ofrenda en sacrificio vivo a El que nos dio el ejemplo a través de la kenosis (encarnación) de Jesús, quien por cierto, detrás de su vida terrena, su vía crucis y su crucifixión, según las Sagradas Escrituras, descendió literalmente a los infiernos para predicar a los espíritus encarcelados. Además de la palabra empeñada a quienes nos extendieron la visa, compromisos de trabajo, relaciones afectivas, y todo lo demás que no negamos que también, a pesar de todo, nos atrae como un imán, es el ejemplo dado por Dios mismo, y el compromiso con El, el más interesado en que esta torcida realidad se transforme, lo que logró el milagro de nuestro regreso. Y debo decir que sí, que a pesar de toda esta zozobra que sufrimos, hemos sentido en muchas ocasiones por estos días la indecible satisfacción de estar y actuar paleando la miseria en esta absurda realidad. Dos escuelas de verano y dos días de festivales juveniles, auspiciados todos por el Instituto Patmos en el que trabajamos en el centro de la isla, lo han conseguido. Los escenarios han sido las comunidades donde se enclavan las iglesias bautistas “Resurrección” y “Eben Ezer”, en Rosalía y Taguayabón, respectivamente. En ello se ha ido la mayor parte de nuestras energías y recursos.

El 18 y 19 de agosto tuvo lugar la escuela de verano en Rosalía, y del 21 al 24 en Taguayabón. En Rosalía el tema principal y nuestra oración fue la paz en el Medio Oriente, especialmente en Jerusalén, y además del estudio de la Biblia en textos centrales como el Salmo 122 y Mateo 23.37, utilizamos como materiales auxiliares el documental “Bridge over the Wadi” del proyecto de cine de la “Rabinovich Foundation” producido por Heymann Brothers Films (Tomer y Barak Heymann), anuncios públicos de los treinta artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el video musical “United” producidos por “Youth for Human Rights” y “United for Human Rights”, materiales del Centro Simon Wiesenthal, y la música usada proveniente totalmente de los tres álbumes “Israel” producidos por los hermanos Alejandro y Arturo Allen para Luz Records, incluyendo el video clip del tema “Amén” de Jonathan Settel con la participación de Marcos Vidal en el papel del mesías, dirigido por Boris Dedenev y producido también por Arturo Allen. Tan intensas fueron nuestras oraciones y estudios que no nos sorprende que judíos y palestinos hayan firmado ahora una tregua duradera. Por supuesto pensar en el conflicto israelo-palestino no nos evadió de nuestras propias realidades y también fue por ello que oramos con intensidad por Cuba precedidos por algunos fragmentos de la película “Conducta”, contundente y reciente fenómeno de masas en la isla que descarnadamente nos desnuda. Era conectar los dos puntos geográficos conectados y hacer honor a la predica que me había conducido por USA unas semanas atrás: “De lo último de la tierra a Jerusalén”. En Taguayabón durante el día compartíamos estos mismos materiales a todos los que nos visitaban, incluyendo personas de lugares tan distantes como Guayos, en Sancti Spiritus, o Camagüey, o de más cercanos como Vueltas, especialmente de su agrupación “Cristianos por Cuba”; y durante la noche, especialmente para niños, se implementó, de Life Way, y de la “Alianza Pro evangelización del Niño” la escuela bíblica “Buscadores del Tesoro Perdido” con enorme acogida por los niños del pueblo que además fueron participes de diversiones, obsequios y meriendas, que en muchos casos fue el suceso más significativo en sus hastiadas vacaciones.  

Cerrando cada una de las escuelas de verano celebramos los festivales juveniles, el miércoles 20 en Rosalía y el domingo 24 en Taguayabón. En Rosalía se incluyó una tarde especial que incluyó servicio de bautismos en uno de los pocos riachuelos que no están contaminados por la zona, aunque se encontraba afectado por la sequía, y tras una comida fraternal se cerró con broche de oro la noche con un concierto de la agrupación de rap cristiano “ABeC”. A pesar de ser una comunidad rural la asistencia al concierto fue de 150 personas. En Taguayabón el cierre fue rotundo, teniendo mejores condiciones para celebrar el concierto, y con la asistencia de todos los integrantes del grupo, que no pudieron asistir a Rosalía, se celebró lo que no exageraríamos si tildásemos de superconcierto de “ABeC” desde el portal de la iglesia, en franco desafío hacia la calle adonde llegaron a congregarse unas 300 personas, especialmente jóvenes. Además de las canciones provenientes de los cuatro álbumes de la agrupación: “Vamo’ a comenzar a ministrar”, “Cambio”, “Adonai” y “A que me levanto”, se expusieron videos promocionales, se anuncio para el invierno el lanzamiento del que será su quinto disco: “La Estocada” y tuve la bendición de llevar al pueblo un breve sermón de unos 10 minutos donde expuse mi esperanza en que la juventud aglomerada tuviese mucho que ver en un viraje fundamental en los destinos de nuestro país, en buena medida si obtiene primero la libertad individual, que por experiencia propia yo recibí de Jesucristo. El líder de la agrupación, Omar Leiva Suárez, y la solista Liz Mary Benítez, además del desafío que encierra cada uno de sus cantos, dedicaron también palabras a la multitud que estoy seguro encontraron abundante eco entre los presentes que luego de disputarse sus discos, ahora los dejan escuchar en cualquier lugar y momento por la zona.      

Sin hablar de lo que nos queda por delante, porque ahora viene la etapa más difícil, la de recoger el fruto de tanto esfuerzo, y a pesar de la miseria, el calor, las epidemias, el desgobierno , etc, etc, etc, nos sentimos satisfechos del regreso y de tener como sus primeros frutos estas dos escuelas de verano y los dos festivales juveniles. Nos alegramos por un lado de la tregua duradera alcanzada por judíos y palestinos, a pesar del terrorismo de Hamas, contra los judíos, pero en primerísimo lugar contra su propio pueblo, y de que sabemos que tal tregua es solo una victoria parcial; pero nos llena de dolor fecundo que a pesar de sentir que hacemos algo de lo mucho necesario en medio de tanta penuria, los amigos de Hamas en Cuba, los que desgobiernan la isla a la que pisotean como su feudo, incluyendo a los derechos de todos los cubanos, de dentro y fuera de la isla, todavía se mantienen en el poder y no tenemos menos que clamar con el profeta Jeremías: “Ya el verano terminó, y la cosecha llegó a su fin, pero nosotros seguimos sufriendo (Jeremías 8.20, Traducción en Lenguaje Actual) ”.