Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos (Apocalipsis 20:12ª)
La Comisión Internacional Fiscalizadora de Crímenes de Lesa Humanidad del Castrismo reunió el 15 de julio en Miami a víctimas y testigos de violaciones de los derechos humanos en Cuba desde 1959 a nuestros días. La comisión, presidida por el jurista mexicano René Bolio y formada por activistas de derechos humanos de Costa Rica, Uruguay, España, Venezuela, China, Italia y Siria, se propone abrir expedientes sobre crímenes de lesa humanidad cometidos en Cuba y en países bajo la influencia del castrismo, según sus integrantes. No está definido aún el tribunal o tribunales al que la comisión presentará los casos cuando los expedientes estén cerrados. Según Bolio, pueden ser la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) o la Corte Penal Internacional (CPI).
En esta ocasión fui invitado a declarar dos veces:
Primero respecto a las violaciones a la libertad religiosa en Cuba, a propósito de lo cual hice entrega a la Comisión del informe recién emitido por el Instituto Patmos, del cual soy fundador y coordinador general, en relación al primer semestre de 2017: http://bit.ly/2usJG1Q ; y de mi libro testimonial ¨Cubano Confesante¨: http://amzn.to/2up3fIu
Y en segundo lugar respecto a la ejecución extrajudicial de Juan Wilfredo Soto García del cual soy testigo referencial. Independientemente de que la Justicia Divina está garantizada, esta Comisión podría ser el principio para que la justicia de los hombres también juegue su rol respecto a millares de crímenes de lesa humanidad de los que es culpable el castrismo.