Nuestra amiga Gracia emprendió un nuevo viaje

El Rev. Mario Félix Lleonart caminando con Gracia Bennish por las calles de La Habana

El Instituto Patmos en sus cinco años y medio de historia – aun cuando sea una organización que a duras penas sobrevive como parte de la resistencia, desde las catacumbas de la sufrida sociedad civil cubana – es un grupo dichoso por cosechar buenos amigos, dentro, y también fuera de Cuba.

Entre nuestros mejores amigos en el mundo estuvo sin dudas la Sra. Gracia Bennish (Octubre 10, 1943 – Agosto 1, 2018), presidenta de ¨United for Human Rights, Fl.¨ quien falleció este miércoles 1 de agosto a las 7:30 am. Desde el año 2014 ayudó a amplificar nuestra débil voz, dentro y fuera de Cuba. Presentada a nosotros por nuestro también amigo Lincoln Díaz-Balart; por su anuencia y gestiones tuvimos el privilegio de que varios de nuestros afiliados pudieran volver a pronunciar discursos sobre la libertad de Cuba en la misma escalera donde antaño lo hiciera nuestro José Martí en la antigua fábrica de tabacos en Ybor City, Tampa, renovando el espíritu del pasado. También tomados de su mano logramos llegar hasta la sede de la ONU donde también alzamos la voz en defensa de los derechos humanos de Cuba.

Pero más que amplificar nuestra voz fuera de Cuba, tal vez el mayor gesto de Gracia – su nombre no pudo haber sido mejor puesto – fuera descender, como mismo Cristo descendió a los infiernos para predicar a los espíritus encarcelados, hasta las entrañas de la Cuba profunda donde realizó un turismo inusual – el turismo solidario por la democracia y los derechos humanos de Cuba -. En sus viajes, que fueron varios, estuvo entre nuestros oradores de lujo, como en aquel foro dedicado a José Martí en el 121 aniversario de su muerte que celebramos con el coauspicio de la Logia Masónica “Urania – Dr. Mortera” de Zulueta, Villa Clara, del cual se sigue hablando todavía.

Moviéndose como un glóbulo blanco por las venas enfermas de Cuba visitó y conoció a líderes de la sociedad civil cubana entre los cuales se destacan Dagoberto Valdés Hernández y otros muchos participantes del Centro de Estudios Convivencia, en la entonces casa de Karina Gálvez. Fue visitante honorable de la Finca ¨La Isleña¨, en el municipio San Juan y Martínez, de Pinar del Río donde conoció la tenacidad de la familia Pérez González y miró directamente a los ojos de lo más puro del alma cubana. Estuvo en la sede de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) en La Habana – Chely vivía todavía y fue su anfitrión colándole uno de sus inolvidables cafés cubanos – y allí conoció a José Daniel Ferrer, y a otros líderes de la mayor de las organizaciones de la oposición cubana. En Santa Clara visitó la sede del Foro Antitotalitario Unido donde conoció personalmente a Guillermo ¨Coco¨ Fariñas con quien dialogó y conoció de sus sueños e historias por casi dos horas…

Miles de copias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de ¨El Camino a la Felicidad¨, un código de ética sumamente apropiado para un país con una profunda crisis de valores, fueron llevados por diversas vías al interior de Cuba y distribuidos a miles de cubanos ávidos entre los cuales circulan todavía. Y todo esto fue por obra y gracia de Gracia para quien nunca alcanzarán las palabras apropiadas que nos permitan dar las gracias.

Hasta pronto querida amiga; tú volverás a caminar por nuestros campos y ciudades cuando germine la semilla que dejaste sembrada entre nosotros, la de la libertad. ¡Nos vemos pronto!