LA TSMP, la SARA y la Shouwang chinas, y cubanas

El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; más ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Juan 3.8

Con avidez leí el boletín No. 6 de 2011 de la Voz de los Mártires (VOM), www.persecucion.org . Días antes, el domingo 13 de noviembre, habíamos tenido en cuenta en nuestras iglesias su convocatoria acerca del Día Mundial de Oración por la Iglesia Perseguida, cuyo énfasis extendimos inclusive por toda una semana hasta el domingo 20 en que proyectamos el excelente cortometraje «La prueba de fe de Esteban», también producida por la VOM.

El artículo principal del referido boletín ¨El problema del crecimiento evangélico¨ por Dory F. parecía estar hablando de Cuba, pero no, lo estaba haciendo sobre China. La experiencia cubana la sufro en carne propia pero sobre la de China apenas tenía algunas referencias. Yo pensaba que con los horrores ya dejados atrás de la denominada Revolución Cultural liderada por Mao Tse Tung, donde hasta los gorriones se vieron en peligro, la época de la persecución en China había quedado atrás. A otros fuera de Cuba les pasa como a mí me pasaba respecto a China, les parece que tras desmanes dejados atrás como los campos de concentración de las Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP), y tras el traspaso constitucional de un Estado ateo a laico en 1992, ahora todo es color de rosa para la religión.

Sorprende cuanto de paralelo hay en las experiencias China y cubana respecto a la religión. A pesar de la lejanía cultural y geográfica llama poderosamente la atención cómo la adopción de regímenes políticos tan parecidos, aunque no idénticos, puedan determinar comportamientos sociopolíticos similares y tan despóticos. Primero fue la pretensión de eliminar totalmente la ´´lacra´´ de la religión a costa de todo tipo de excesos. Después de una derrota asimilada en ambos países se puso en práctica una política más sutil. Primero la condena del opio, después, ante la imposible eliminación, por lo menos su control y manipulación.

Si China tiene hoy su Administración del Estado para las atenciones religiosas (SARA), Cuba tiene su oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista. Si China tiene su Three-Self Patriotic Movement (TSMP) Cuba tiene su Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), aunque hoy se deba reconocer que el CIC no ha sido tan efectivo a los objetivos del gobierno como lo está siendo el uso de la selecta lista del Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia, por los privilegios que provienen de la pertenencia a este canon cuasi cerrado, aunque también sanciones (pregúntesele a iglesias bautistas como la Primera Iglesia Bautista La Trinidad de Santa Clara). De esta manera se ha generado una élite de autoridad religiosa por lo general en contubernio con las autoridades políticas. El clásico concordato entre la bestia y el falso profeta. Las autoridades políticas dan el pan y el agua a las autoridades religiosas, a cambio del control del pueblo que asiste a sus iglesias al cual se hace necesario suministrar grandes dosis de opio para adormecer.

Muy buenos resultados está dando este cambio de estrategia a un sistema que no ha dejado de ser en esencia enemigo de la religión pura y sin mácula, la que en el decir de Bonhoeffer, libera de todo lo que oprime y agobia. En los años ´60 era directamente el régimen quien colocaba los sellos en las puertas de los templos cerrados con el respaldo de una URSS que hacía lo mismo -la iglesia bautista que pastoreo en Taguayabón tuvo uno entre el 15 de noviembre de 1963 y el 31 de diciembre de 1964- ahora son las autoridades religiosas de turno quienes hacen el trabajo en caso de que las autoridades políticas se lo solicitasen a cambio de ¨´favores¨ que deberían corresponder como derecho.

Pero el evangelio, libre y que libera, no está preso ni en China ni en Cuba. No lo estuvo cuando la política de la camisa de fuerza primero, ni con la dulce política del abrazo de la muerte de ahora. El artículo de Dory F. toma como ilustración la experiencia de un pastor chino que es nombrado como ¨Shen¨, represaliado por asistir a un servicio religioso prohibido en la iglesia no registrada Shouwang. A pesar de la pretensión del control totalitario en Cuba también tenemos cada vez más iglesias libres del tipo de la Shouwang de China. Dada su preocupación por tal fenómeno China está aplicando su ¨Operación Disuasión¨ mediante la cual intenta ¨guiar¨ a los creyentes que asisten a iglesias no autorizadas a las que el Estado controla y manipula. No sé qué nombre se esté dando por parte de los órganos de la Seguridad del Estado para similar operación en Cuba, pero ¿qué fue sino lo que viví en persona en mi última arbitraria detención del pasado 19 de octubre ya descrita anteriormente en mi blog Cubano Confesante? ¿Qué fue lo que trataron de hacer los dos oficiales si no disuadirme como lo hacen en China? ¿Por qué su amenaza -todavía sin efecto- de que serían mis líderes religiosos quienes se iban a encargar de mi caso?

Doy gracias a Dios que a pesar de estas trilogías equivalentes de las TSMP, la SARA y la Shouwang chinas y cubanas no todo es blanco y negro en este ámbito. Tengo la bendición de ser bautista y no es tan fácil lograr los propósitos maquiavélicos de ejercer el control deseado y demostrado ya sobre otras confesiones, sobre una denominación proveniente de la parte más radical de la Reforma. Pertenecer a este tipo de iglesias libres aún cuando con todo el derecho estemos incluidos en la lista del Registro de Asociaciones, dada nuestra presencia de más de un siglo en esta isla, es una de las tantas bendiciones que Dios nos concede para realizar con más libertad la misión profética que nos corresponde.

El pasado 24 de noviembre se produjo otra ola de detenciones. Ese día, al salir de casa de mi madre, la misma que alguien apedreara en horas de la noche del 22 de octubre, el expreso político Librado Linares fue detenido en mi presencia, justo después de visitar a mi padrastro Santiago Martínez que agoniza en estado terminal por cáncer, uno de los testigos referenciales de Juan Wilfredo Soto. En la radio de un patrullero, cuando se daba la orden de esta arbitrariedad fue escuchada la advertencia repetida: ¨Pero no detengan al pastor¨. Es lógico que este cambio de táctica en la constante represión hacia mi persona y ministerio no obedece sino a la expectativa de aquella amenaza que me realizara la Seguridad del Estado respecto a que serían mis líderes convencionales los que les harían este trabajo. Descaradamente el régimen espera por mis hermanos, pero ya ha pasado más de un mes de que se me realizara esta insolente amenaza y mis hermanos no han saciado sus deseos. Oro por mis hermanos en funciones de liderazgo convencional. La historia les ha colocado en una posición extremadamente difícil. Ojalá que no cedan y demuestren que la paralela trilogía de las TSMP, la SARA y la Shouwang chinas y cubanas no es un fenómeno compacto. Dios bendiga a China y a Cuba y siga corriendo en ellas su evangelio libre como el viento, a pesar de sus gobiernos tan arbitrarios como pasajeros.