Nuestra Epifanía

Hoy mientras las iglesias ortodoxas celebran Navidad, la tradición cristiana occidental conmemora la Epifanía, conocida popularmente como la Fiesta de Reyes. En Cuba se recuperó la Navidad como un feriado cada 25 de diciembre, luego de la visita de Juan Pablo II en 1998, tras 28 años sin celebrarse, abolida bajo la excusa de la famosa «zafra del ’70». En 2012, con la visita de Benedicto XVI se recuperó, igualmente como feriado, el «viernes santo» que precede a la Pascua florida de Resurrección. Algunos pensamos que con la visita de Francisco en septiembre de 2015 le tocaría el turno a la Fiesta de Reyes, pero no fue así.

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Patmos de Navidad

Ser cultos para ser libres. – José Martí

Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.- Jesucristo

Entre las celebraciones de Navidad (2015) y Día de Reyes (2016) el Instituto Patmos auspició la puesta en escena del drama «Frozen: El milagro de la Navidad para Elsa y Ana» basado en el dibujo animado de Walt Disney: «Frozen: Una aventura congelada», adaptado a la historia del nacimiento de Jesucristo, evento trascendental celebrado desde el 25 de diciembre por las iglesias litúrgicas de Occidente, hasta el 6 de enero que es cuando lo conmemoran las iglesias ortodoxas del Oriente en coincidencia con la Epifanía occidental.

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Mi testimonio para Subcommittee on the Western Hemisphere hearing on “Deplorable Human Rights Violations in Cuba and Venezuela” 6 de noviembre de 2015 (Parte II)

Mientras presentaba mi testimonio

Mientras presentaba mi testimonio


Dado que a pesar de los hechos que lo contradicen el sistema cubano afirma ya no ser el violador de libertades religiosas que antes era (cual si el hecho incuestionable de haber sido violador de libertades religiosas en el pasado no le invalidara moralmente para seguir ejerciendo el poder en el presente), en septiembre de 2013, con el apoyo de Solidaridad Cristiana Mundial (CSW), enarbolamos al menos treinta preguntas dirigidas al régimen de La Habana cuyas respuestas continúan acusándole, sin hablar del resto de los derechos cívicos, sociales y políticos.

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Mi testimonio para el Subcommittee on the Western Hemisphere hearing on “Deplorable Human Rights Violations in Cuba and Venezuela” (parte I)

CTJCuJJXIAAp39eDesde la época de la caída del campo socialista en Europa del Este, y dada la necesidad de apoyo internacional para continuar en el poder, que constituye su objetivo supremo, el régimen de La Habana intenta engañar al mundo haciendo creer a algunos que ya en Cuba no se viola la libertad religiosa como antes.

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Palabras del P. José Conrado en respuesta al Premio Patmos recibido en su 2da edición el 31 de octubre de 2015 en el templo de la Iglesia Bautista Eben Ezer en el poblado de Taguayabón, en Villa Clara, Cuba:

P. Jose Conrado en su discurso de agradecimientoSi cuando yo era adolescente en la Parroquia de San Luis me hubieran dicho que un día iba a estar en una iglesia bautista recibiendo un premio, y que me lo daban mis hermanos en la fe, la verdad es que me hubiera sorprendido un poco. Pero entonces no habíamos tenido el Concilio Vaticano II que ha sido tan importante para la Iglesia, y personalmente también para mí, aunque era un niño cuando se realizó esta extraordinaria reunión entre los obispos católicos en el Vaticano, II Vaticano, por segunda vez en el Vaticano. En aquellos tiempos no nos llevábamos tan bien (Risas).

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La nueva Cuba incluye la libertad religiosa: Ponencia presentada en el Encuentro Nacional Cubano convocado por Cubanos Unidos de Puerto Rico

Presentando mi ponencia en Encuentro Nacional Cubano en Puerto Rico

Presentando mi ponencia en Encuentro Nacional Cubano en Puerto Rico. En la mesa más cercana puede verse al P. José Conrado siguiendo la lectura de la ponencia.

Desde la época de la caída del campo socialista en Europa del Este, y dada la necesidad de apoyo internacional para continuar en el poder, que constituye su objetivo supremo, el régimen de La Habana intenta engañar al mundo haciendo creer a algunos que ya en Cuba no se viola la libertad religiosa como antes. El cambio constitucional a principios de los noventa, en el que el Estado dejó de declararse ateo y se identificó como laico, y las posteriores visitas papales, constituyen los principales argumentos que el propio desgobierno arguye para llamar favorablemente la atención sobre sí. Declaraciones descontextualizadas, como las emitidas por la Iglesia Ortodoxa Griega, agradecida por favores especiales que le han sido concedidos contribuyen a la cortina de humo con la cual el régimen encubre la realidad.

La verdad es que por política de las más altas instancias del gobierno central la libertad religiosa sigue siendo pisoteada cada día. La Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba es la entidad en la cúspide misma del poder de la que emanan todas las orientaciones respecto a cómo debe procederse respecto a cualquier grupo religioso o individuo que decida ejercer con libertad su fe, sea la que fuere. Resulta inconcebible, cual si no lo fuera ya el hecho del monopolio político del Partido Único, que este, ideológicamente comunista, posea una oficina dedicada a presionar, manipular y chantajear a los grupos religiosos históricamente establecidos; y dedicada a contener, confrontar o eliminar a los nuevos movimientos religiosos, a no ser que respondan a sus intereses políticos de mantenerse a toda costa en el poder.

Dado que a pesar de los hechos que lo contradicen el sistema cubano afirma ya no ser el violador de libertades religiosa que antes era (cual si el hecho incuestionable de haber sido violador de libertades religiosas en el pasado no le invalidara moralmente para seguir ejerciendo el poder en el presente), en septiembre de 2013, con el apoyo de Solidaridad Cristiana Mundial (CSW), enarbolamos al menos treinta preguntas dirigidas al régimen de La Habana cuyas respuestas continúan acusándole, sin hablar del resto de los derechos cívicos, sociales y políticos. De ellas, solo la pregunta 13, referida a Alan Gross, ha variado, las restantes, lamentablemente, permanecen intactas. Estas siguen siendo nuestras preguntas:

1. ¿Por qué mantiene la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba si no le compete ni siquiera como poder político definir quién debe o no creer, o cómo se debe creer?

2. ¿Por qué no devuelve la mayoría de las propiedades confiscadas durante los años de la persecución abierta o indemniza en su defecto a los grupos religiosos afectados?

3. ¿Por qué amenaza con confiscar propiedades que son utilizadas para servicios religiosos esgrimiendo que no son iglesias o casas cultos legales si él mismo no tiene la voluntad de legalizarlas?

4. ¿Por qué ni siquiera ha pedido perdón por los encarcelados, por los internados en campos de concentración conocidos como las UMAP o incluso asesinados por sustentar ideologías diferentes?

5. ¿Por qué no ha rendido cuentas por la ola represiva que tuvo lugar durante la visita del papa Benedicto XVI durante la cual centenares de personas fueron detenidas arbitrariamente o amenazadas? (Esta pregunta cobra actualidad en vísperas de la pronta visita del papa Francisco).

6. ¿Por qué continúa negando el acceso a los medios de difusión masiva a todas las agrupaciones religiosas?

7. ¿Por qué mantiene el monopolio de la educación en sus manos sin permitir abrir planteles educativos a los grupos religiosos a pesar de reconocer la necesidad imperiosa que posee el pueblo de Cuba de una educación moral y cívica que reconstruya valores que identificaban a los cubanos en el mundo y que hoy están ausentes?

8. ¿Por qué impone a los hijos de los creyentes una educación que dista de ser laica, impregnada de ateísmo y de doctrinas políticas que favorecen la violencia, como prueba la imposición de símbolos o lemas que los estudiantes están obligados a portar o repetir?

9. ¿Por qué continúa negando el acceso al Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia a grupos religiosos que lo solicitan y que poseen el mismo derecho que los históricamente reconocidos?

10. ¿Por qué coacciona, amenaza y reprime a los nuevos grupos religiosos aprovechándose del limbo ilegal al que se les condena?

11. ¿Por qué, asumiendo aires de pontificado a través de la Oficina dedicada para ello en el Comité Central del PCC, se reúne periódicamente con líderes de los grupos religiosos históricamente reconocidos para incentivar, fomentar y alentar en ellos divisiones y odios hacia otros grupos religiosos a los que no concede los mismos derechos que a ellos corresponden?

12. ¿Por qué no devuelve al Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia a grupos religiosos a los que declaró ilegal, como el notorio caso de los Testigos de Jehová?

13. ¿Por qué la prisión del ciudadano estadounidense Alan Gross, por apoyar con tecnología a la comunidad judía cubana, aun cuando ya él haya sido liberado, continúa siendo una advertencia para cualquier otro que decida ser solidario con cualquier otra de las comunidades religiosas existentes?

14. ¿Por qué pretende negar el acceso a las Iglesias del grupo femenino pro Derechos Humanos conocido como Damas de Blanco que en las últimas semanas han sido violentamente reprimidas especialmente en el Oriente de Cuba y en la provincia de Matanzas?

15. ¿Por qué se amenaza, se castiga y se hostiga a los líderes religiosos que insisten en abrir las puertas de sus templos a cualquier cubano, sin que importe su afiliación política?

16. ¿Por qué arremete contra la agrupación de pastores e iglesias al oriente de Cuba conocida como Pastores por el Cambio a quienes impidió el pasado año la entrega de donativos a los afectados en Santiago de Cuba por el huracán Sandy?

17. ¿Por qué arbitrariamente sanciona a iglesias históricamente establecidas cuando estas adoptan alguna posición que choque con alguna de sus excluyentes e injustas posiciones políticas negándoles derechos que por ley debían corresponderles?

18. ¿Por qué intenta aislar a determinados líderes religiosos impidiendo por todos los medios el acceso a ellos, como lo evidencia la detención e incluso deportación de extranjeros que intentan visitarlos, y el sacerdote católico José Conrado es un vivo ejemplo de ello?

19. ¿Por qué aprovechándose de poseer el monopolio de los bancos utiliza las cuentas bancarias de iglesias como medio de coacción contra ellas, de lo que resulta ilustrativo la inoperante cuenta en divisas de la Iglesia Bautista La Trinidad de la ciudad de Santa Clara a la que tampoco reconoce legalmente su Seminario Teológico Bautista Luis Manuel González Peña?

20. ¿Por qué anuncia a partir de enero de 2014 la limitación a sólo una cuenta bancaria por Asociación y por ende el cese de las que poseen iglesias en particular, como la de Santa Clara?

21. ¿Por qué cuando la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos concede su aprobación a las visitas de religiosos desde el extranjero limita tanto el movimiento de los visados exigiéndoles un rígido y extremadamente exclusivo y vigilado itinerario?

22. ¿Por qué el contenido de actas y acuerdos tomados en el seno de las asociaciones religiosas tiene que ser de su conocimiento y recibir su visto bueno?

23. ¿Por qué se les exige a las logias y sociedades fraternales, cuyas actividades no son abiertas al público, irrespetando su derecho a la confidencialidad, las listas de sus miembros?

24. ¿Por qué, como ellos mismos han reconocido en su programa televisivo «Las razones de Cuba», tienen bajo estricta vigilancia a los grupos religiosos y fraternales, incluso infiltrando espías entre sus cargos del más alto nivel, como resultó notorio en el más alto líder de la Gran Logia Masónica de Cuba?

25. ¿Por qué se niegan a reconocer legalmente a las nuevas iglesias, presentadas por las asociaciones, y en los pocos casos que lo hacen, por qué imponen limitaciones tan estrictas a las actividades de esas casas cultos reconocidas?

26. ¿Por qué son tan reticentes a dar permiso para edificar nuevas iglesias y hacer reparaciones esenciales a las ya existentes?

27. ¿Por qué el Ministerio de Educación Superior no reconoce a la mayoría de los seminarios bíblicos y teológicos del país, a pesar de estar reconocidos por sus asociaciones, y por qué ni siquiera una de las universidades del país tiene una Facultad de Teología?

28. ¿Por qué si afirma que las extrañas muertes de creyentes como Juan Wilfredo Soto García, Laura Pollán y Oswaldo Payá Sardiñas no constituyen ejecuciones extrajudiciales, como muchos afirman, se niega a permitir investigaciones imparciales que han sido solicitadas y que sólo confirmarían su inocencia?

29. ¿Por qué la tan notable ausencia todavía de una Ley de Culto tan necesaria para una nación profundamente religiosa como lo es Cuba?

30. ¿Por qué a algunos presos, sobre todo los presos políticos, se les sigue negando el derecho a recibir atención religiosa, y por qué el gobierno sigue reservando el derecho de aprobar o bloquear a líderes religiosos específicos en el ministerio con los presos, incluso aquellos que han sido aprobados por sus denominaciones para ejercer esa actividad?

Hay muchas más preguntas que pondrían al descubierto la falsedad de la libertad religiosa que el régimen afirma que hay en Cuba. Los que hoy pretenden engañar al mundo acerca de que ya en Cuba hay libertades religiosas son los que años atrás pretendieron desarraigarla. Como admite la Pastoral La esperanza no defrauda, dada a conocer por la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba; son necesarios los cambios políticos, y a nuestro modo de ver el cambio político fundamental para que por fin lleguemos a tener auténtica libertad religiosa es que quienes detentan el poder por casi sesenta años y que poseen un amplio, escandaloso y sistemático historial en violaciones a la libertad religiosa cedan su sitio a otros que en democracia posibiliten y respeten tales derechos. Oramos para que eso tenga lugar de manera pacífica pero inmediata porque ha sido ya demasiado tiempo sin libertad. Esperamos que la nueva Cuba que todos esperamos también incluya la libertad religiosa y que ni una sola de estas treinta preguntas que desde hace dos años formulamos tengan que cuestionarla.

El declive de los Pastores por la Paz

Agradezco nuevamente a 14ymedio la publicacion de un articulo de opinion mio el pasado 30 de julio: <http://www.14ymedio.com/opinion/declive-Pastores-Paz_0_1825017487.html#

Esta vez sobre los Pastores por la Paz. En medio de un verano donde nuestra iglesia bautista en Taguayabon, Villa Clara, Cuba, ha debido suspender diversas actividades planeadas con anticipacion por causa de la carencia de un transporte. Entre ellas un tour historico a nuestras instalaciones o sitios de huellas de nuestros antepasados en La Habana, donde seriamos guiados por el pastor Carlos Sebastián Hernández Armas, historiador de nuestra Convencion, quien previamente nos habia visitado e impartido una conferencia magistral. Al parecer alguien ha dado alguna orden en algun lugar para que nadie nos rente algun transporte, especialmente omnibus (guaguas). Vemos como las que han traido en el pasado los “Pastores por la Paz” estan siendo usadas impunemente por las autoridades politicas, no solo para negarnos su acceso, sino hasta para reprimirnos. Hoy que hemos tenido que suspender otra actividad por este mismo motivo reproduzco integramente mi escrito de 14ymedio:

El declive de los Pastores por la Paz

Este miércoles, los integrantes de la XXVI Caravana de Pastores por la Paz concluyeron su viaje anual a la Isla. A diferencia de sus anteriores ediciones, ésta transcurrió sin pena ni gloria. En los medios oficiales, salvo un breve reportaje televisivo a su llegada y un tardío artículo en Granma, poco se supo de un acontecimiento que años atrás acaparaba titulares.
Los Pastores por la Paz parecen irse apagando desde que muriera en 2010 el alma y líder del movimiento, el reverendo Lucius Walker. Solo el empuje de su hija Gail ha conseguido mantenerlo en activo, y más por deber moral e inercia que por verdadero entusiasmo. La recién concluida edición de la caravana es muestra fehaciente de esa decadencia.
Años atrás, su peregrinar llegaba a unas ciento veinte ciudades de Canadá y Estados Unidos en las que desarrollaban eventos y recolectaba ayuda humanitaria para Cuba y otros países. En cambio, este año incluyeron en su ruta apenas una treintena de urbes. El número de los participantes también ha mermado y ni siquiera llegó a cincuenta, más de la mitad jóvenes que tal vez percibieron el viaje como una ocasión para hacer algo diferente en sus vacaciones.
Aquellas decenas de autobuses de antaño se redujeron esta vez a cuatro unidades. Es posible que la recolección de ayuda se haya visto afectada por la difusión, por activistas, de imágenes y reportes sobre la utilización de una parte de esos vehículos para trasladar a las fuerzas de choque que reprimen en actos de repudio a disidentes pacíficos.
En lugar de contribuir a aliviar el transporte público, las conocidas guaguas amarillas que los pastores traen con la ayuda humanitaria terminan en empresas del Estado para transportar a sus empleados, como es el caso de la Constructora Militar en Villa Clara.
Con las donaciones de comida, medicina y ropa ocurre otro tanto. Numerosas han sido las denuncias en los últimos años sobre la comercialización por parte de empresas estatales de productos cuyo fin debió ser la distribución gratuita y humanitaria. Sin lugar a dudas, esas quejas también le han pasado factura a los Pastores por la Paz.
El único saldo positivo de la caravana de este año ha sido la entrada al país de más de cincuenta sillas de ruedas para personas discapacitadas.
La bienvenida que recibió la Caravana por la Paz en el aeropuerto internacional José Martí fue presidida por Caridad Diego, Jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, que por otro lado entorpece las libertades religiosas en la Isla. Tal concomitancia afecta, sin dudas, a un movimiento que se autodefine como totalmente cívico, religioso y social.
Se difundieron imágenes de las guaguas amarillas trasladando a las fuerzas de choque que reprimen en actos de repudio a disidentes pacíficos
Además, esta cercanía entre los pastores y el PCC contradice los principios de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO), que apoya las caravanas. Desde su fundación en 1967, esta organización norteamericana se enfoca en ayudar a entidades comunitarias con asistencia técnica, entrenamiento y fondos. IFCO cuenta con una red global de facilitadores comunitarios y religiosos que participan en las luchas por la justicia y la autodeterminación de los pueblos oprimidos, lo cual choca inevitablemente con los poderes totalitarios.
Algunos líderes religiosos locales enviaron mensajes a los visitantes para proponerles un encuentro, lo que puede haber llevado a la funcionaria del Comité Central a esperarlos nada más bajar del avión. Con el objetivo quizás de alejarlos de nuestra realidad, las autoridades cubanas les organizaron un programa lleno de jornadas de trabajo agrícola en la provincia de Artemisa y luego los trasladaron a Sancti Spíritus para incorporarlos a las celebraciones políticas del 26 de julio.
Se perdió así una magnífica oportunidad para explicarles desde nuestra posición el bloqueo interno que padece el país, aquel que ejercen las autoridades cubanas contra su propio pueblo.
Ahora que ese bloqueo interno se torna más visible con el proceso de normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, los Pastores por la Paz tienen ante sí un gran reto. O su labor pierde sentido y desaparece, o actúan de forma consecuente con sus presupuestos para convertirse en un ejemplo para la sociedad civil cubana. Al parecer, conscientes del período definitorio por el que transitan, este año la caravana escogió la sugerente frase «éste es el momento».

Las iglesias evangélicas cubanas de cara a futuras elecciones democráticas

 Ponencia que presenté lunes 29 de junio en el evento «Caminos de Transición», en La Habana (1 Conferencia teórica sobre temas de la construcción democrática en Cuba).

En el presente orden de cosas el Estado cubano alardea de que algunos de sus diputados en la Asamblea Nacional del Poder Popular son pastores evangélicos, o poseen algún otro liderazgo destacado en el ámbito religioso del protestantismo, es un intento evidente de necesaria auto-reafirmación de que el cambio constitucional que tuvo lugar en 1992 de declarar a un Estado hasta entonces confesionalmente ateo a laico fue más que un simple cambio de letra. Los casos excepcionales de líderes protestantes de los que se jacta el gobierno, como en el caso de otras minorías, como las mujeres, en el ámbito sexual, o los negros, en el racial, han contribuido a suavizar la imagen a todas luces monolítica desde el punto de vista ideológico que caracteriza a este corpus desde su organización. Es una especie de dime de qué te jactas y te diré de qué careces. En efecto, tres o cuatro nombres, de personas caracterizadas por su incondicionalidad al sistema, se han prestado para arrendar sus sotanas y edulcorar la falta de democracia en el actual parlamento. Los mismos rostros pueden ser vistos en similar condición en otros frentes a los que se les envía para representar al arcaico sistema, como se puso en evidencia en la reciente VII Cumbre de las Américas en Panamá, cuando algunos de estos “religiosos” fueron capaces incluso de participar en los denominados actos de repudio contra representantes de la sociedad civil cubana para luego afirmar que allí sintieron la presencia de Dios. Es el clásico concubinato de los príncipes y los falsos profetas. Independientemente de los esfuerzos por hacer creer a través de la propaganda oficial que estos individuos constituyen cabezas de las iglesias evangélicas cubanas se sabe con seguridad que lo que ellos realmente han sido es líderes en el denominado Consejo de Iglesias de Cuba (Cic) tras despuntar en denominaciones de escasa membresía o históricamente vulnerables a intromisiones estatales. El Cic, no obstante a los esfuerzos realizados por la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del PCC, en conjunto con un manipulado Registro de Asociaciones del Minjus, no ha conseguido aglutinar a la diversidad de las iglesias evangélicas y protestantes de Cuba. Su membresía no llega a la mitad de las instituciones religiosas que poseen personalidad jurídica, por lo que si también tenemos en cuenta el enorme grupo de iglesias y movimientos religiosos sin reconocimiento legal, pese a procurarlo, entonces llegaremos a la conclusión de que solo una minoría dentro de las minorías que constituyen las iglesias protestantes y evangélicas han estado representadas, por no decir abusadas, por tales oportunistas.

De este contexto podría pensarse que aunque con pseudoparlamentarios al menos las minorías evangélicas han tenido alguna experiencia y que incluso han llevado la delantera a la Iglesia Católica cuyo clero si ha estado notoriamente ausente, mientras que ellas, en definitiva, de cualquier manera, han estado presentes en la Asamblea Nacional. Pero de cara al futuro esto en realidad puede revertirse negativamente para las minorías evangélicas al menos por dos razones. Por un lado, la iglesia católica, cuyas pretensiones políticas nunca han sido un secreto, y que de seguro sí procurará representantes de su clero cuando en Cuba exista por fin un Parlamento genuino, podría apelar a su abstinencia actual, como ventaja moral para obtener escaneos por no haber prestado nombres a una asamblea espuria. De otro lado, la mayoría de los evangélicos, por reacción negativa a las actuales condiciones antidemocráticas, y tal vez hasta por rechazo a las posturas de «sus representantes», adoptan una posición negativa, la del extremo del rechazo a lo político, la de enajenación, por llegar a confundir lo político con la situación actual. Se trata del lastre social de esa falsa posición política conocida como “neutralidad” que resulta tan necesario cuestionarse por cuanto, además de su real inexistencia es incompatible con la “memoria subversiva” del mensaje cristiano, y que por su desidia, cómplice de tantos desmanes, resulta en extremo peligrosa, especialmente para el futuro de Cuba.

Es imperioso reconocer que aspectos irrenunciables de la propia Misión evangélica, tal y cual se presenta, en el campo social, político, educativo, económico lamentablemente quedan excluidos en la actualidad, y lo que es peor, a veces hasta rehuidos, ya sea por temores a un Estado que de sobras ha demostrado su carácter represivo, o por reacción negativa a los procederes negativos anteriormente mencionados. Resulta extremadamente reduccionista que el potente mensaje cuya poderosa influencia ha sido demostrado con creces en la cultura occidental, y en la propia historia de América, con raíces incluso en las enormes diferencias entre el Norte y el Sur actuales; que esta fuerza que, al decir del teólogo y mártir alemán Dietrich Bonhoeffer, ¨libera de todo lo que oprime y agobia¨, sea entendida en Cuba exclusivamente en categorías religiosas y cúlticas, por más que incluyan loables conocimientos de prácticas, credos, membresía, asistencia, etc. Es innegable que también en Cuba en la presente realidad las iglesias evangélicas se han constituido en lo que el sociólogo suizo Christian Lalive denominó El Refugio de las Masas; estas comunidades, en crecimiento exponencial, se han convertido en refugio, familia, hospital, consuelo para las masas desprotegidas de la isla, y esto tiene su punto de vista positivo, pero si se desea prestar un mayor bien a Cuba se hace necesario un ir más allá si es que realmente desean contribuir a su nación como cantera de liderazgo e influencia, y no permanecer como mero reservorio. El mal ejemplo, la cara negativa de quienes pretendiendo representarles se han prestado actualmente a un juego sucio podría revertirse con futuros parlamentarios genuinamente evangélicos que contribuyan a una nueva Cuba donde se imparta verdadera justicia, real democracia, respeto a los grupos más vulnerables, mejor distribución de las riquezas, que es en sumo una nación con buenos gobernantes, lo cual coincide con el ideal bíblico que estas minorías predican.

Es hora pues, no de atrincherarse en la concha o adoptar la postura del avestruz, sino de romper primero hacia su interior mitos y tabúes puestos de manifiesto en un mutilado cumplimiento de la misión. Cuba necesita que estas poderosas minorías se integren también y participen para transformar su realidad, necesita una iglesia que entienda que tanto la evangelización como la acción social son componentes por igual de su misión, que sus buenas noticias constituyen un mensaje integral que no conoce fronteras de ningún orden y que está dirigido a todo ser humano, considerando toda la realidad de la persona: lo físico, lo moral, lo espiritual, lo intelectual, lo social y lo político. En este contexto se hace necesario que el liderazgo evangélico, si es responsable y si el destino de Cuba realmente le interesa, comience a trocar esta cultura estéril de rechazo a lo político heredado tanto del daño antropológico infringido a toda la sociedad, como por la postura negativa de quienes se han prestado al juego de una falsa democracia. Pastores, teólogos y otros líderes de las iglesias protestantes cubanas deberán abrirse a la necesidad de lo que podríamos denominar una evangelización integral para Cuba.

Y no es necesario sentarse a esperar mientras otros se dedican a cambiar las condiciones sociales y generan la creación de un auténtico parlamento, capaz de representar los intereses todos de la nación, sin soslayar a las minorías, en las cuales están representadas las iglesias evangélicas. Todos los cubanos; incluidos los evangélicos, en concordancia no solo con su trayectoria mundial, sino en la propia Cuba desde su llegada en el siglo XIX; estamos llamados a ser agentes proactivos que comenzamos a generar el cambio antes del cambio. Resulta en extremo interesante el análisis de los resultados de las más recientes elecciones de circunscripción, aun desde las estadísticas oficiales. Por un lado el histórico 20% que manifestó su oposición ya fuera mediante su inasistencia a las urnas (11,7%), por anular la boleta (4.92%) o por dejarla en blanco (4,54%). De otro lado quienes asumieron la valiente posición de ir incluso más allá intentando obtener candidaturas y aun en dos casos insólitos llegar a discutir las elecciones para obtener el apoyo de más de cuatrocientos electores que se atrevieron a votar a favor de quienes, en violación de la propia constitución, fueron denominados con el peyorativo e intimidante calificativo de “contrarrevolucionarios”. En medio de este panorama me interesa preguntarme en cuánto contribuyeron los evangélicos a cada uno de estos porcentajes. Y aun más me entusiasma imaginar las posiciones en las que podrán decidir la suerte de Cuba, no solo los líderes evangélicos, sino esa cifra de electores que arriba cada vez más y más a sus iglesias, la masa evangélica, cuando lleguen a adquirir conciencia de cuánto bien pueden hacer a la nación, en consonancia con su propia fe, si es genuina, y si esta desea verificarse mas allá de las simples asistencias a los templos: en los estándares de vida, en las decisiones democráticas, en la satisfacción de la justicia, en el bien común de todos.

Continúan las violaciones a la libertad religiosa en Cuba

Los cristianos en Cuba agradecemos el monitoreo de Solidaridad Cristiana Mundial que constantemente realiza sobre violaciones a la libertad religiosa en nuestro país. Gracias al Washington post por hacerse eco esta vez al igual que otras organizaciones como Anajure en Brasil. En particular muchas gracias por tener en cuenta el robo del terreno de nuestra iglesia bautista en Yaguajay donde otrora funcionó nuestro colegio bautista, en los tiempos en que también podíamos contribuir a la educación:

http://www.washingtonpost.com/opinions/still-a-long-way-from-religious-freedom-in-cuba/2015/06/18/1250c49c-0ef1-11e5-a0fe-dccfea4653ee_story.html

Pregunta 21 de 30: ¿Por qué cuando la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos concede su aprobación a las visitas de religiosos desde el extranjero limita tanto el movimiento de los visados exigiéndoles un rígido y extremadamente exclusivo y vigilado itinerario?

Caridad Diego Bello, actual Jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos. Al fondo la foto del ¨dios¨ y la religión cuyos asuntos realmente representa.

Caridad Diego Bello, actual Jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos. Al fondo la foto del ¨dios¨ y la religión cuyos asuntos realmente representa.

En nuestras treinta preguntas formuladas en 2013 referidas a evidentes violaciones a la libertad religiosa en Cuba: http://cubanoconfesante.com/?p=733, la número 21 aborda el problema del otorgamiento de visas religiosas. No resulta simple conseguir este tipo de visa para cualquier hermano en el mundo que desee visitar a Cuba con el fin de participar activamente en cualquier culto. Quienes las soliciten deberán ser los anfitriones en Cuba, generalmente homólogos del invitado dentro de la isla. En todos los casos, deberán cumplirse las condiciones de Caridad Diego Bello, Jefa de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista, y que ella resume muy bien en su frase a los líderes religiosos que se lo solicitan: «Si te portas bien», lo cual se traduce en, al menos, no rosar ni con el petalo de una rosa al poder político adueñado de todo en la isla y cuyos asuntos son los que ella realmente representa. De quienes no han logrado legalizar su status, o sea, los que no están reconocidos por el Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia ni soñar con invitar a alguien.

Hay casos emblemáticos como el del reconocido evangelista internacional Alberto Motessi a quien ha sido negada cuatro veces este tipo especial de visa, a pesar de que la última vez tomaron común acuerdo para solicitarlo cuatro denominaciones evangélicas con el privilegio de encontrarse legalmente registradas. Pero aquellos que logran conseguir tal permiso especial no deberán apresurarse en cantar victoria. Por el contrario, deberán venir dispuestos a no traspasar las reglas del juego con las que su anfitrión en Cuba ha quedado comprometido con el poder polîtico. Las limitaciones en cuanto al tiempo u espacios a visitar son extremas y serán verificadas a través de diversos mecanismos dispuestos para ello. En el caso de mi denominación, por ejemplo, esto es algo tan sencillo como la advertencia de: «No se le ocurra ni acercarse al pastor fulano de tal», de lo cual en lo personal podría contar decenas de penosas anecdotas.

De esto ni siquiera escapan las visitas papales, por el contrario. Nadie tiene dudas acerca del papel de la jerarquía católica en colocar barreras al papel que pudo ejercer Benedicto XVI en consonancia a las ansias de libertad de un pueblo esclavo, y que por ende resultó en beneficios al régimen (aquí muchos como yo más bien todavía estamos denunciando, hayando oídos sordos hasta en el Vaticano, la ola represiva desatada entonces), muy diferente al legado de Juan Pablo II. Es la razón por la que poco espera el pueblo, y si mucho el régimen, de la cercana visita del papa Francisco. Resulta obvio que ya todo al respecto está cuadrado entre los poderes político y religioso con sus bochornosos concordatos habituales.